Usted está aquí: lunes 28 de julio de 2008 Mundo Se fuga ex represor argentino que iba a ser juzgado por crímenes de lesa humanidad

■ El ex militar estaba en un local policial sin las condiciones mínimas de seguridad

Se fuga ex represor argentino que iba a ser juzgado por crímenes de lesa humanidad

De la redacción

Buenos Aires, 27 de julio. El represor argentino Julián Corres, quien participó en la desaparición, tortura y asesinato de decenas de personas en la última dictadura militar (1976-1982), se fugó el sábado de la unidad policial de Bahía Blanca, donde iba a ser juzgado por crímenes de lesa humanidad.

Corres, conocido con el alias de Laucha, fue identificado por varias víctimas de la dictadura como el responsable del centro clandestino de detención La Escuelita, en Bahía Blanca, donde se encargaba de aplicar toques eléctricos a los presos y supervisar su ejecución.

El fiscal del caso, Hugo Cañón, calificó a Corres como “un represor muy peligroso”, que además tiene antecedentes por abusos sexuales, y lamentó la posibilidad de que la fuga se haya producido gracias a la “connivencia y complicidad” de los guardias.

Según el magistrado, Corres solicitó permiso para ir al baño y “después salió directamente por un portón que da a la calle”, aprovechando la ausencia de sus dos custodios. Su fuga no fue percibida sino hasta varias horas después, cuando se hizo el recuento de presos.

Cañón resaltó el hecho de que el ex militar ya “no tenía que estar alojado en una dependencia policial, sino en una unidad penitenciaria, como había dispuesto la justicia en junio” de este año, en alusión a la orden del juez federal Alcindo Álvarez de que Corres fuera trasladado al penal de Marcos Paz, lo cual nunca sucedió por aparente falta de cupo en dicho centro.

En su versión electrónica, el diario Página 12 también llamó la atención sobre esta falta de cumplimiento de una orden judicial directa, y advirtió que hay 83 represores de la dictadura presos en unidades militares o policiales que no cuentan con las condiciones mínimas de seguridad para evitar un escape.

El ex teniente coronel Corres, de 56 años, fue detenido en Buenos Aires el pasado 3 de abril por la Interpol, cuando salía del edificio de la empresa petrolera Chañares Herrados SA, cuyo apoderado es Luis Alfredo Zarattini, otro ex militar involucrado en actos de represión en Argentina y Centroamérica, señalado asimismo por su supuesta participación en el asesinato del general chileno Carlos Pratts, en la capital argentina en 1974.

Aunque ante la justicia siempre negó haber participado en sesiones de tortura, Corres admitió que fue nombrado “jefe de operativos” en la provincia de Tucumán, en el noroeste del país, en los inicios de la dictadura. De ahí, fue trasladado a Bahía Blanca, donde se infiltró en grupos estudiantiles de la Universidad Nacional del Sur para hacer “labores de inteligencia”.

En dicha área, donde además de La Escuelita funcionaban otros cuatro centros de detención, se calcula que hubo al menos 24 asesinatos y 28 desapariciones forzadas.

 
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