■ Tengo la conciencia tranquila y soy feliz, pese a que me “echaron pestes”
Los dirigentes deportivos mintieron para dañarme, dice Belem Guerrero
■ La ex ciclista duda que en verdad haya sido invitada a la carrera por puntos en Pekín
Ampliar la imagen En mi mente y mi corazón sabía que era muy difícil ganar una medalla, pero mi retiro ya estaba decidido, admite la medallista olímpica Foto: Francisco Olvera
La ex ciclista Belem Guerrero Méndez afirma tener “la conciencia tranquila y ser feliz”, a pesar de que “echaron pestes” contra ella porque no quiso prestarse “al juego ni ser burla” sobre el wild card para competir en los Juegos Olímpicos de Pekín, del que sospecha jamás llegó al día siguiente de su retiro, el pasado 2 de julio.
De pie y alentando a sus sobrinos Salvador y Gabriela Lemus Guerrero, ocupantes del segundo y cuarto lugares, en ese orden, en el Campeonato Infantil de ciclismo de ruta, la subcampeona olímpica de Atenas 2004 rompe el silencio para negar ser “la mala de la película” que inventaron los dirigentes deportivos mexicanos.
–¿Por qué no dio la cara?
–No iba a repetir lo mismo que anuncié el día de mi retiro. Dije me voy y hasta el día de hoy sostengo mi palabra. Después de que echaron pestes quisieron limpiar todo lo que aventaron diciendo que siempre sí le llegó la invitación.
“Solicité una copia a la Federación Mexicana de Ciclismo, al Comité Olímpico Mexicano (COM), al licenciado Carlos Padilla (jefe de misión) del documento que envió la Unión Ciclista Internacional y el Comité Olímpico Internacional sobre el wild card que le dieron al país para que compitiera en la carrera por puntos. Nadie respondió y dudo de la existencia de ese documento.
“Molesta la acción que hicieron y no quise prestarme a su juego ni ser burla de ellos. En mi mente y corazón sabía que era muy difícil que ganara una medalla, lo platiqué varias veces con mi entrenador (Óscar Echevarría), porque lo presionaban para que tratara de convencerme y cambiara de opinión.
“Sé que no defraudaría a México ni pondría en riesgo mi nombre de haber ido a Pekín, porque me iba a morir en la pista para lograr un buen resultado, pero mi retiro ya estaba decidido y nadie, ni mi familia, influyó para que tomara esa determinación.”
–¿Se invirtieron más de 6 millones de pesos en su preparación?
–Conade y CIMA lo tienen bien justificado, pero no sé a quién exactamente se lo dieron. Sé que fue para el ciclismo. El señor Carlos Hermosillo tiene un año y ocho meses de gestión, y si él asegura que se invirtió eso en mí, es bastante, pero nunca firmé ni recibí dinero.
–¿Está decepcionada?
–Tengo la conciencia tranquila y soy feliz. El que nada debe nada teme. Hace una semana y media recibí una carta del presidente Felipe Calderón, quien me alienta a seguir adelante en mis proyectos y que siga aportando lo que aprendí y dejé para el ciclismo.
Tras superar lesiones que le impidieron mantener su jerarquía mundial durante 24 meses sin poder clasificarse a la cita asiática en la prueba de pista, aunque dio a México una plaza en ruta, Belem, de 34 años, la única ciclista del país que se retiró con la plata olímpica y tres medallas del orbe, se prepara para concretar otro sueño, y para eso tendrá que estudiar para forjar niños y jóvenes en el deporte del pedal.