■ Diputados del FAP insisten en que no permitirán la privatización
González Garza: un acuerdo pasa por revisar la corrupción en el STPRM
Diputados integrantes del Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) expresaron ayer su satisfacción con los resultados de la consulta sobre la iniciativa del presidente Felipe Calderón para modificar el régimen legal de Petróleos Mexicanos (Pemex), señalaron que la posición por el no debe ser tomada en cuenta por el Senado y por el gobierno, e insistieron en que no aceptarán una privatización, así sea simulada, de los hidrocarburos.
En contraparte, el vicepresidente de la mesa directiva, el panista Cristian Castaño, aseguró que la consulta “no tiene más valor que el que le otorgue el PRD”, y consideró que atribuir una menor participación de la esperada al blanquiazul y al gobierno federal “es un despropósito”.
Ayer, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Javier González Garza, dijo en entrevista que el resultado de la consulta “es absolutamente representativo”, si se toma en cuenta que el ejercicio fue abierto para todo el que quiso participar.
“Es muy importante, en un país donde no estamos acostumbrados a cosas como ésta. Había una especie de campaña, que aquí no resultó, para que la gente no fuera a votar. Yo me encontré con panistas votando, que dieron su opinión y discutieron conmigo, lo cual les agradezco”, afirmó.
Un acuerdo, “posible”
Consideró que sí es posible llegar a un acuerdo con Acción Nacional para la reforma, pero que éste pasa por revisar de fondo la corrupción en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que dirige Carlos Romero Deschamps. Refirió que en la iniciativa panista y en la del PRI no hay ninguna propuesta para acotar la injerencia del sindicato de Pemex, pero al mismo tiempo no defiende los derechos de los trabajadores.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Marina y legislador por Convergencia, José Manuel del Río, consideró peligroso ignorar la consulta, no sólo porque 84.7 por ciento rechazó la apertura de Pemex a la iniciativa privada, sino porque también hubo quienes expresaron estar de acuerdo en ello.
“Esta consulta –evaluó– tiene tres lecturas: por un lado, la sociedad sí quiere participar en la democracia directa, incluidos los que votaron por el sí; hay una manifestación social que no quiere que se privaticen los hidrocarburos, y los legisladores necesariamente deben tomarlo en cuenta, para evitar que la sociedad los rebase, y tengo la convicción de que, aunque el PAN diga que no la acatará, tienen que hacerle caso a este consulta nacional, a como dé lugar”.
A su vez, el diputado federal Silvano Garay Ulloa, del Partido del Trabajo, consideró un éxito la consulta, sobre todo porque se trata de un ejercicio al que la sociedad mexicana aún no está acostumbrada, y confirmó que el gobierno federal y el PAN pretendieron ejercer un veto. “No sólo afirmaron que los mexicanos no podían opinar, porque no saben de petróleo, sino que buscaron aplicar una campaña de miedo”, afirmó.