■ Si les va mal en Pekín “me van a crucificar”, pero asumirá “cualquier responsabilidad”
El sexenio anterior “le paré el alto” al COM, sostiene Nelson Vargas
■ “La otra familia olímpica” tomó de nuevo el poder en este gobierno
■ Como siempre, perjudican a los deportistas cuando reparten acreditaciones, dijo el titular de la Conade con Vicente Fox
Ampliar la imagen Sé que a los deportistas mexicanos les irá bien en Pekín, afirmó Nelson Vargas Foto: Notimex
Nelson Vargas Basáñez sostuvo que cuando dirigió la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) durante el sexenio anterior “le paré el alto” al Comité Olímpico Mexicano (COM) para no ceder a los intereses económicos de esa institución, a la que llama con desdén “la otra familia olímpica”, que de nuevo tomó el control en el gobierno calderonista.
“Sé que en los Juegos Olímpicos de Pekín me van a crucificar y estoy preparado; lo intentaron en Río de Janeiro (en los Panamericanos) y por fortuna les salió mal. No me preocupa, porque sé que a los deportistas les irá bien (en China), pero si les va mal me echarán la culpa y lo asumo, pues no tengo nada qué esconder”, señaló Vargas.
Precisó que durante los seis años de su gestión tuvo un presupuesto de 840 millones de pesos, similar al de su antecesor, Ivar Sisniega, y ambos concretaron “excelentes resultados” con las 10 medallas en total que se ganaron en Sydney 2000 (seis) y Atenas 2004 (cuatro), lo que demuestra que al trabajo se le dio continuidad.
“Se hizo una labor transparente y limpia, y me siento satisfecho. Ojalá que si se ganan muchas medallas (en China), los actuales dirigentes sean felices y, si no, no hay problema, asumo cualquier responsabilidad”, manifestó Vargas.
Que el presupuesto llegue a quien sí trabaja
Agregó que en la nueva administración de la Conade, con apoyo de los diputados, se logró que el presupuesto para el deporte se “duplicara”, lo cual es un acierto, dijo, pero que todo llegue directamente a los deportistas, a los institutos estatales, a las federaciones, los entrenadores, médicos, auxiliares, a “la gente que sí trabaja”, y “no ofrecer un servicio al COM”, porque “esa familia olímpica se maneja aparte”.
Vargas Basáñez mostró su desacuerdo por la forma en que los directivos manejan a la delegación de pantalón largo que acudirá a la cita veraniega, pues, como “ha sido la historia de siempre”, deciden a quiénes llevan y perjudican (por las acreditaciones) a los atletas.
Criticado en Atenas por haberse alojado en el lujoso yate Queen Mary con su esposa Corina, durante la justa veraniega de hace cuatro años, Vargas Basáñez aseguró que ese gasto lo cubrió Turisport, la agencia oficial de viajes del COM, porque ese fue el convenio del comité organizador griego con el organismo mexicano, al ofrecer viajes y hospedaje, sin ningún costo, como hicieron los australianos (en Sydney) para ganar las sedes olímpicas.
Desconoce si los chinos hicieron lo mismo, porque entonces la Conade tendrá que absorber los gastos de los 85 deportistas, así como de oficiales de pantalón largo (170) y deberá pagarlo al COM. “Así se maneja la familia olímpica mexicana, pero en mi gestión les puse el alto”, enfatizó.
Antes de ofrecer entrevistas a los medios de comunicación, el empresario y su hijo, Nelson Vargas Escalera, anunciaron la Clínica Mundial de Natación, del 9 al 12 de octubre en el Distrito Federal, y para eso cuenta “con un arma secreta”: traer a Michael Phelps, quien será la gran figura de la justa asiática gane o no los ocho títulos para superar a Mark Spitz (Munich 72), prometieron los anfitriones.