Dinero
■ El auditor inaudito
■ Inflación fuera de control
■ Antenas contaminantes
¿Puede el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, otorgar un contrato por 683 millones de dólares, como el que asignó a principios de año a Halliburton, la empresa ligada al vicepresidente Cheney, sin que reciba un previo guiño picarón de Felipe Calderón y Juan Camilo? No, obviamente. Así pues, el flamígero índice –¡uy, qué mello!– que levantó el auditor inaudito de la Federación, Arturo González de Aragón, denunciando las facultades ilimitadas del titular de Pemex, y la necesidad de acotarlas, porque son la puerta de prácticas oscuras, debió señalar también a Calderón y Mouriño. Pero le temblaron las corvas. ¿Qué traerá entre manos? Ya una vez quiso meter la nariz en el asunto del Fobaproa pero le dieron una paliza en la televisión –Roberto Hernández, uno de los financieros del famoso rescate, es socio de Televisa. Le sacaron al sol a González de Aragón ciertos trapitos percudidos con el hermano ahora comodísimo, Raúl Salinas de Gortari (hasta se da el lujo de darle pescozones a la señora Paulina cuando anda de malas). Al final el inaudito auditor metió reversa. Más recientemente se puso a hurgar en los negocios de la señora Marta, le llegó una andanada de periodicazos, porque supuestamente sus hijos tienen un próspero despacho y sus clientes son dependencias del gobierno que siempre salen con la estrellita en la frente de la auditoría. Otra vez dio marcha atrás y hubo de declarar que los presuntos malos manejos de Vamos México eran una de las muchas fábulas de foxilandia. El apachurrón que le asesta a Reyes Heroles –sin mencionar a sus jefes, Calderón y Juan Camilo– resulta intrigante. ¿Presiona a Pemex para que contrate los servicios del despacho de sus hijos? ¿Sufre de cierta propensión al masoquismo, y busca una nueva felpa para que no haga olas? ¿O hay algo más? Habrá nuevos capítulos de la telenovela el auditor inaudito. A propósito: ¿vieron ustedes si algún noticiario de televisión se ocupó del tema? Me dicen que no. Ninguno se atrevió a hacer eco a la denuncia contra Reyes Heroles, con eso de que todo el tiempo disponible lo tiene comprado con sus espots del tesorito.
¡Abróchense el cinturón!
Apenas el lunes comentaba que el gobierno panista había disminuido el sueldo de la burocracia federal. Concedió un aumento de 4.8 por ciento, cuando la inflación anual alcanza el nivel 5. Pinta peor el panorama: podría llegar al 6, según el cálculo del gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz. Esa es la inflación en la que nadie cree, porque la verdadera, en las cuentas que llevan las familias cuando van al súper, es mucho mayor.
e@Vox Populi
Asunto: antenas contaminantes
El día 14 de junio de este año tuve una crisis repentina de salud: fuertes espasmos musculares y una migraña muy intensa; después de un par de días, quedé muy débil con temblor en piernas y brazos, cansancio, mareos, náuseas y dolor de cabeza constantes, tensión nerviosa, depresión y llanto, sensación de oídos tapados, visión borrosa y problemas de concentración, o sea, una afección severa al sistema nervioso central. Dado que mi situación empeoraba notablemente, tuve que salir de mi casa y vivir en otros sitios, lo cual ha perjudicado mucho mi vida y mi trabajo.
A la vez, mi computadora se bloqueó. Los técnicos, después de ver que la descompostura ocurría sólo en mi casa, descubrieron que confluyen cargas fuertes de ondas electromagnéticas que provienen de las antenas de telefonía celular ubicadas alrededor. La solución para mi computadora fue retirarle la tarjeta de recepción inalámbrica.
Presenté un escrito a la delegación de Coyoacán, solicitando que mandaran medir los campos electromagnéticos creados por las antenas sobre la avenida Miguel Angel de Quevedo muy cercanas a mi casa: a una cuadra, esquina con Asia, de Telcel; a una calle, esquina con Fernández Leal, de Movistar; a tres cuadras, esquina con América, de Nextel; a trescientos metros, entre Carrillo Puerto y Tres Cruces, otras de varias compañías. La avenida Miguel Angel de Quevedo y sus calles aledañas tienen –entre División del Norte y avenida Universidad– alrededor de 25 o 30, hasta donde he visto. Según parece, la señal de las antenas del norte de la ciudad llega sólo hasta Coyoacán, por lo cual esta zona se ha convertido en el lugar para concentrar las antenas repetidoras que dan servicio al sur. En otras partes de la capital también hay personas que se han tenido que mudar debido a su influencia nociva. Sin embargo, la mayor parte de la población no está al tanto del problema. La respuesta de la delegación de Coyoacán a mi queja ha sido de indiferencia. ¿Qué hacer?
Mónica Mansour/Distrito Federal
R: Querida Mónica: tu denuncia puede tener consecuencias impredecibles. Hay antenas de telecomunicaciones por toda la República y, como ilustra tu caso, podrían estar generando un problema de salud pública.
Atracolandia
Asunto: tarjeta Wal-Mart
Te escribo desde la capital mundial del aguacate, Uruapan. Cometí el error de aceptar una tarjeta Wal-Mart. Actualmente tengo problemas de liquidez por lo cual solicité un refinanciamiento de mi deuda pero a cambio recibí amenazas, regaños, y que no tenían ningún plan para mí. No la he usado desde hace meses y me dicen que estoy sobregirado, es decir, me están cobrando interés sobre interés, ¿está permitido eso? Me trasladé a las oficinas de Condusef en Morelia y expuse mi queja.
Héctor Sánchez Tafolla
R: No quisiera alarmarte pero estás metido en un brete. La próxima Navidad tu deuda se habrá duplicado. Hace mucho tiempo perdí la fe en Condusef, ojalá te echen una mano.