■ Legisladores exigen ser incluidos y crear comisiones para dar seguimiento al plan
Cuestionan PRI y PRD las maniobras del SNTE en la alianza educativa
■ Presentan punto de acuerdo y piden aclarar por qué participa en la política de infraestructura
Los grupos parlamentarios de PRI y PRD propusieron en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión crear un grupo de trabajo en las cámaras de Diputados y de Senadores que se encargue de dar seguimiento a la Alianza por la Calidad de la Educación, signada el pasado 15 de mayo por el Poder Ejecutivo federal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Esto, en razón de que “no queda claro por qué el SNTE debe participar en la definición de la política de infraestructura educativa y otros aspectos que son responsabilidad y atribuciones del Ejecutivo y el Legislativo”.
Ayer, al presentar un punto de acuerdo sobre ese tema durante la sesión de la Permanente, que fue turnado a las juntas de Coordinación Política de ambas cámaras, legisladores de PRI y PRD argumentaron que “no quedan claros los criterios con los que se van a determinar las escuelas y los grupos de atención, y eso deja abierta la puerta a un manejo discrecional y poco transparente de los recursos destinados al programa”.
Subrayaron que un programa con metas tan ambiciosas como esta alianza “requiere la inclusión y participación activa del Poder Legislativo, también del acompañamiento sistemático de distintos académicos y organismos internacionales especializados, así como de la sociedad en general, y no sólo debe circunscribirse a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y al SNTE”.
Rezago importante
En el punto de acuerdo, presentado en tribuna por el senador priísta Fernando Ortega, se destaca que la alianza puesta en marcha el pasado 15 de mayo tiene como propósito impulsar una transformación que logre la calidad educativa, y para alcanzar sus metas convoca a gobiernos estatales y municipales, legisladores, autoridades educativas estatales, padres de familia, estudiantes de todos los niveles, sociedad civil, empresarios y académicos.
Se resalta que de 1990 a 2005 el gasto educativo se incrementó de 3.7 a 5.2 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB), y este año el presupuesto para educación será de 40 mil millones de pesos más que en 2007, es decir, tuvo un incremento de 10.3 por ciento.
Firmaron el punto de acuerdo los senadores Francisco Arroyo Vieyra y Renán Cleominio Zoreda, del PRI; José Guadarrama, del PRD; las diputadas Susana Monreal, del PRD, y Yolanda Rodríguez, del PRI.
Sostienen que a pesar de que los recursos públicos invertidos en educación representan 16.7 por ciento del total del gasto público para este año, porcentaje que está entre los más altos de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cuyo promedio es 13.4 por ciento, tomando en cuenta el indicador de gasto por alumno, que refleja con precisión la situación del sistema, “aún existe un rezago importante en inversión educativa”.
Los legisladores explican que el gasto por estudiante de primaria, que se ubica en mil 694 dólares anuales (ajustado por diferencias en el tipo de cambio), “es aún más bajo y asciende aproximadamente a un tercio del promedio de la OCDE, de 5 mil 832 dólares”; mientras el de secundaria, del orden de mil 600 dólares anuales, es también aproximadamente un tercio del promedio de los países de la OCDE, que alcanzan los 6 mil 909 dólares”.
PRI y PRD afirman que, no obstante lo anterior, “en nuestro país los esfuerzos del Estado en materia educativa no se han reflejado en el abatimiento de los rezagos ni en el mejoramiento de la calidad de la enseñanza. De acuerdo con datos del gobierno federal, en 2007 el analfabetismo se mantenía en 7.8 por ciento a escala nacional, aunque existen marcadas disparidades regionales: mientras en el Distrito Federal es de sólo uno por ciento, en Chiapas llega a 20.4” puntos.
De igual forma, los legisladores priístas y perredistas apuntan que a pesar de la extensión de la cobertura educativa para el ciclo 2006-2007, más de un millón 350 mil niños de entre 13 y 14 años –que corresponde a educación básica obligatoria por ley– no estaban inscritos en la escuela.