■ Evitar que choquen, una de las prioridades
Darán más protección a los ebrios en calles de Londres
Londres, 30 de julio. Científicos británicos recomendaron incrementar la seguridad en las calles en las que se concentran bares y tabernas para facilitar el regreso a sus casas de gran cantidad de personas en estado de ebriedad.
Se trata de eliminar potenciales estímulos externos que hagan estallar conflictos entre ellos o con otros transeúntes, o directamente evitarlos durante el planeamiento, indicaron investigadores de la Universidad de Cardiff en un artículo publicado en la revista New Scientist (número 2666, página 14), tras analizar los masivos movimientos nocturnos en el centro de Cardiff.
En la capital de Gran Bretaña, donde las tabernas y bares son muy visitados, los científicos observaron en 24 oportunidades los movimientos de las personas durante el regreso a sus hogares entre las 23 y las 3 horas.
Realizaron pruebas respiratorias para determinar el nivel de alcohol en la sangre y anotaron el modo de caminar y los caminos recorridos.
El grupo encabezado por Simon Moore analizó los datos recogidos con un modelo informático para el comportamiento de las masas.
Modelos similares fueron aplicados en el pasado para predecir el movimiento de masas durante las peregrinaciones a La Meca.
El estudio en Cardiff es, según Moore, el primero en el mundo que se aplica a los movimientos de las personas ebrias.
Menor velocidad, una de las características
Los investigadores descubrieron que las personas se desplazan a menor velocidad y sobre una mayor superficie cuando es mayor mayor la cantidad de ebrios. El hallazgo no era inesperado.
“Si sólo la quinta parte de las personas se tambaleaba, el movimiento general era 9 por ciento más lento (en comparación con la velocidad normal de los transeúntes) y 38 por ciento, si todas las personas lo hacían”, indicó Moore a New Scientist.
Los expertos recomendaron diseñar las calles de manera tal que las personas ebrias en lo posible “choquen” poco. Los otros transeúntes deberían tener suficiente espacio para sí, porque de lo contrario, las personas ebrias tendrían un efecto de “estímulo” y se podrían generar violencia.
Además, en las aceras de los de los parques no debería haber obstáculos artificiales como bancas o monumentos.