■ La mayoría del consejo se manifiesta contra Carlos Briseño; niega línea de Raúl Padilla

Piden destitución del rector de la Universidad de Guadalajara

■ Responsables de unidades académicas señalan dispendios y uso del cargo con fines políticos

■ En un mensaje, el funcionario llama a reuniones de órganos colegiados para dirimir diferencias

Juan Carlos G. Partida (Corresponsal)

Guadalajara, Jal., 31 de julio. Trece de los 16 responsables de unidades académicas que forman la red de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en Jalisco repudiaron hoy el trabajo del rector general, Carlos Briseño Torres, y lo emplazaron a que convoque a una sesión del Consejo de Rectores para pedir su destitución.

Por la noche, Briseño Torres emitió un mensaje a la comunidad universitaria y a los ciudadanos, en el que informó que el 20 de agosto se realizará la sesión del mencionado consejo y el 27 el Consejo General Universitario (CGU) para que sus integrantes expresen “todas sus inquietudes y planteamientos”.

En rueda de prensa conjunta en el University Club, los rectores negaron actuar por consigna de Raúl Padilla López, ex rector y jefe político del grupo que por 20 años ha mantenido la hegemonía en la UdeG, a quien Briseño identificó el martes como autor intelectual de los ataques contra su administración.

“Este no es un problema entre el caudillo y el que quiere serlo. Nosotros, como rectores, como universitarios, tenemos opinión propia”, dijo Roberto Castelán Rueda, rector del Centro Universitario de los Lagos.

Coincidieron en que la acusación de Briseño contra Raúl Padilla es una especulación “fuera de lugar” y una “cortina de humo” para evadir su responsabilidad como causante del conflicto en la casa de estudios.

Dijeron que el rector general ha “injuriado” con su actitud “prepotente” y “unipersonal” el trabajo colegiado que durante años fue la norma en la institución y que, durante las sesiones del Consejo de Rectores, ha atribuido la actitud crítica de algunos rectores a las pugnas con Padilla.

Los funcionarios insistieron en que, con base en lo que estipula el artículo 47 de la Ley Orgánica de la UdeG, debe convocarse al Consejo de Rectores a fin de restituirle atribuciones para ser el órgano de planeación y coordinación de los centros universitarios y sistemas de la red.

También demandaron que el consejo defina la agenda de la casa de estudios y que se convoque a la brevedad posible a una sesión del CGU para la presentación de la propuesta de presupuesto ampliado para 2008.

“Si Carlos Briseño Torres quiere transparencia, debería iniciar por señalar un plan de acción y los acuerdos detrás de algunas de sus acciones”, dijo Alberto Castellanos Gutiérrez, rector del Centro Universitario del Norte.

Marco Antonio Cortés Guardado, rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, denunció la presunta creación de plazas en la administración central y en algunos centros universitarios para entregarlas a funcionarios afines a Briseño, y que estas áreas gastan más que los proyectos culturales a cargo de Raúl Padilla López.

En la reunión también estuvieron los rectores de los centros universitarios de la Salud, Víctor Manuel Ramírez Anguiano; de Ciencias Exactas e Ingeniería, Víctor González Álvarez, de Ciencias Económico-Administrativas, José de Jesús Arroyo Alejandre; de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Juan de Jesús Taylor Preciado; de Arte, Arquitectura y Diseño, Mario Alberto Orozco Abundis; del centro universitario de los Valles, Miguel Ángel Navarro Navarro; de la Costa Sur, Javier Solórzano Carrillo; de la Costa, Javier Orozco Alvarado; de Los Altos, María Esther Avelar Álvarez, y la directora del Sistema de Educación Media Superior, Ruth Padilla Muñoz.

Los únicos que faltaron, afines a Briseño Torres, fueron Patricia María Etienne Loubet, del Centro Universitario del Sur, y Raúl Medina Centeno, de La Ciénega, además del director del Sistema de Universidad Virtual, Eduardo Sánchez Medina.

A principios de esta semana, Samuel Romero Valle, diputado perredista y miembro del CGU, declaró que la inconformidad entre la comunidad universitaria se debe a que Briseño se aprovechó del cargo para tratar de buscar una candidatura al gobierno estatal en 2012, lo que consideró motivo suficiente para su destitución.

Los 13 inconformes suman más de 80 por ciento de los que integran el Consejo de Rectores, y en el CGU, órgano facultado para destituir al rector general en caso de falta grave, la mayoría también es padillista. Además, los sindicatos de académicos y trabajadores y la dirigencia estudiantil también están en contra de Briseño Torres.

A las 19 horas, acicateado por la manifestación matutina de los rectores, Carlos Briseño Torres dirigió su mensaje a la comunidad universitaria y a los ciudadanos y ofreció una fecha para realizar las sesiones de los dos consejos universitarios. El de rectores se realizará el 20 de agosto y el CGU siete días después.

Expresó que luego de escuchar, leer y analizar “todas las preocupaciones que en este periodo han planteado los rectores de centro, dirigentes gremiales y distinguidos académicos”, todos los proyectos y propuestas serán presentados “libremente” y habrán de ser discutidos, debatidos y consensuados para tomar las mejores decisiones “dentro del marco de la ley y únicamente en los órganos colegiados.

“Convirtamos los recientes desencuentros en una renovada vocación para incrementar más nuestro desempeño y rendir mejores cuentas a la sociedad jalisciense”, exhortó.

La molestia con Briseño Torres comenzó el primero de marzo pasado, cuando, en su primer informe de labores, invitó al gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, y al cardenal Juan Sandoval Íñiguez, y los colocó en lugares preferenciales.

Desde 1989, cuando Raúl Padilla López llegó a la rectoría general de la UdeG, Briseño Torres fue uno de sus más fieles acompañantes, entonces como coordinador del área de medios.