■ Seis millones de afectados por el VIH no tienen acceso a las terapias, informa Peter Piot

Genéricos, opción de México ante alto costo de fármacos: Onusida

■ Llama a los gobiernos a asignar recursos crecientes para atender la enfermedad y a mantener inversiones en investigación

■ El mayor reto en la problemática es de tipo político, destaca

Ángeles Cruz Martínez

La lucha contra el sida enfrenta nuevos desafíos y antiguos retos que obligan a replantear las estrategias, afirma Peter Piot, director del Programa Conjunto de Naciones Unidas para el VIH/sida (Onusida).

La crisis alimentaria, por ejemplo –dice–, es un obstáculo, por lo que “tenemos que unirnos a aquellos que trabajan para abatir la pobreza”. No obstante, señala que el desafío más abrumador es de tipo político, el cual implica lograr que el sida continúe entre los asuntos prioritarios de los países.

Asimismo, resalta la importancia de que los gobiernos asignen recursos económicos crecientes a la atención de la enfermedad y se logre que ninguna persona que viva con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) quede sin acceso a las terapias médicas, y que quienes ya están en tratamiento puedan mantenerlo durante los próximos 30 o 40 años.

En el caso de los países de América Latina, el precio de las medicinas en general es alto, y en México –apuntó–, su vecindad con Estados Unidos ha tenido efectos sobre la forma en que está organizada la industria farmacéutica aquí. Aunque dijo no conocer la problemática particular de los precios de los antirretrovirales, Piot planteó que el gobierno tiene la alternativa de impulsar los medicamentos genéricos para todas las enfermedades.

En su primera actividad pública en el país, previa a la Conferencia Internacional de Sida 2008, Piot asistió ayer a la inauguración del foro de personas con VIH, donde destacó que es imposible abordar la problemática del sida de manera aislada, porque existen paradojas como que las personas que infectadas tienen acceso a medicamentos sofisticados, pero carecen de los recursos para subsistir: no tienen para comer ni para tomar el autobús que los lleve al centro de salud. En muchas ocasiones tampoco cuentan con empleo. En otras condiciones, un individuo con un trabajo, al estar enfermo tiene menor rendimiento, gana menos y se vuelve más pobre, apuntó.

Al referirse a los viejos retos aún vigentes, Peter Piot resaltó el acceso a los medicamentos antirretrovirales. Dijo que hay 6 millones de personas con VIH/sida que carecen de acceso a las terapias, mientras que en materia de prevención se deben redoblar los esfuerzos y asegurarse de que se mantenga e incremente la inversión en investigación científica para el desarrollo de una vacuna y nuevos fármacos.

Más adelante comentó sobre la importancia de mantener y también aumentar el liderazgo de las organizaciones y activistas, a fin de que el sida se mantenga como un asunto prioritario en las agendas de los gobiernos. De igual forma –señaló–, es fundamental que quiens toman las decisiones escuchen y atiendan las voces de las personas que viven con VIH. Se trata –explicó– de garantizar el respeto a sus derechos y que las estrategias respondan de manera efectiva a sus necesidades.

Respecto a los precios de los antirretrovirales y la discusión que en estos días tiene lugar en México, el director del Onusida consideró que el asunto es fundamental. “Si hoy en día sólo alrededor de 3 millones de individuos (en el mundo) tienen acceso a las terapias se debe a la reducción de los precios de los fármacos”.

Aunque reconoció que el Estado siente que no puede seguir pagando todo a partir de productos que están protegidos por una patente, también “hay que ser realistas. Necesitamos nuevos antirretrovirales constantemente y debemos estar seguros de no matar el incentivo que existe en la industria para desarrollarlos”.