■ Debe ser un derecho humano fundamental, dice el rector de la UAM
Lema Labadie: la educación en México, asignatura pendiente
Ante la persistencia de un discurso “racional, pragmatista y hasta abiertamente comercial” en el campo formativo, se debe reafirmar a la educación como un derecho humano fundamental y un bien público social garantizado por el Estado, afirmó el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), José Lema Labadie, quien destacó que en México y América Latina, el tema “aún es una asignatura pendiente”.
En su mensaje, durante la inauguración del Primer Foro de Educación UAM, en el que participan más de 100 investigadores, con la finalidad de integrar una red académica de expertos sobre el tema, el rector alertó que ante una educación superior “constreñida por insuficiencias presupuestales y altos costos de operación, se debe impulsar un replanteamiento de sus esquemas de gestión en gobierno, recursos y gasto, así como en transparencia y rendición de cuentas de sus sectores orgánicos, administrativos y sindicales”.
Inmersos en la sociedad de la información y el conocimiento, pero también en la sociedad de la pluralidad y la diversidad, indicó, “requerimos organizaciones, currículas, métodos y comunidades flexibles, inteligentes y tecnológicamente actualizados, con capacidad de adaptación así como las exigencias de evaluación, pertinencia y calidad”.
Metas, agregó, que se deben alcanzar sin descuidar la “idoneidad de la oferta académica y escolar, así como los equilibrios entre los procesos de acceso, permanencia, egreso e inserción productiva de los recursos humanos y conocimientos que tanto esfuerzo cuesta formar, frente a las necesidades sectoriales y regionales del país”.
Jóvenes, sin acceso a la educación
Destacó que la educación superior en México es afectada por procesos sociales, así como por la transición demográfica, económica, política, social, cultural y jurídica, al generar “dinámicas que impactan en el sistema educativo, lo presionen y exijan de él su reforma y modernización”.
Sin embargo, reconoció que el país ha visto multiplicar y redistribuir territorialmente a una población “cargada de jóvenes que no cuenta con los satisfactores suficientes para su crecimiento y que no tiene acceso a la educación”.
La educación superior mexicana, indicó, aun cuando ha contribuido de manera sobresaliente al proceso general de avance del país, “requiere afrontar con renovadas visiones y estrategias el presente y el futuro”, pues afirmó que ante evidentes contextos sociales “marcados por la desigualdad y la falta de oportunidades, que se reproducen en la esfera del conocimiento, la educación tiene que reafirmarse como derecho humano fundamental y bien público social garantizado por el Estado”.
Por ello, insistió que ante los bajos índices de innovación tecnológica y propiedad intelectual, “resulta imperativa la coordinación interinstitucional e intersectorial de recursos y agendas, compartidas estratégicamente con las comunidades académicas y productivas, a fin de vincular de manera más efectiva la investigación con las políticas públicas y el desarrollo sustentable, para hacer de las universidades auténticas fuentes de crecimiento y emancipación”.