■ Ahora, ¿a quién le vamos a preguntar?, inquiere la actriz Luisa Huertas
Rascón Banda, “hombre muy lúcido como artista, pedagogo y amigo”
■ La UNAM y el INBA, entre otras instancias culturales, le rendirán homenaje póstumo en septiembre, anuncian
■ Pugnó porque“ los niños y los jóvenes se interesaran en la cultura y en particular en el teatro”, expresó Tomás Urtusástegui
■ Militante contra las adversidades
Ampliar la imagen Los restos mortales de Víctor Hugo Rascón Banda fueron velados en una agencia funeraria de la avenida Félix Cuevas y este viernes serán trasladados a Chihuahua, tierra natal del escritor Foto: Cristina Rodríguez
A comienzos del próximo septiembre, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el Fondo de Cultura Económica (FCE), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y el Gobierno del Distrito Federal conjuntarán esfuerzos para rendir un homenaje póstumo al dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, cuyos restos serán trasladados este viernes primero de agosto a Chihuahua, para ser enterrados en su natal pueblo de Uruáchic.
Conjunción de cualidades
Amiga entrañable del escritor y compañera de trabajo en diversos proyectos teatrales, la actriz Luisa Huertas, conmovida por el fallecimiento, inquiere: “Ahora, ¿a quién le vamos a preguntar? Víctor Hugo era un hombre muy lúcido, con diversas capacidades a todos los niveles, como artista, escritor, abogado, pedagogo, político, como amigo.
“Cuando la comunidad artística se atoraba en algo, era de: vamos a preguntarle a Víctor Hugo, quien siempre estaba. Me pregunto –abundó Huertas– quién en su persona puede conjuntar esa serie de cualidades. Quién, con esos huevos de decirle a quien fuera, funcionario o político, esto está mal, y decirlo con fundamentos?
“Él decía que escribía por indignación, y siempre fue consecuente con eso. Escribía para denunciar la injusticia para dejar testimonio de lo que es este país maravilloso, a veces desquiciado, dividido, empero, si alguien quiere saber qué fue el México de finales del siglo XX y principios del XXI, tendrá que leer la obra de Rascón Banda.”
Explorador de un teatro diferente
Para su colega, el también dramaturgo Tomás Urtusástegui, profesor de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), Rascón Banda era un hombre de gran pelea.
“Luchaba contra cualquier adversidad, desde lo que era su enfermedad hasta en la defensa de los derechos de los autores, para que el teatro mexicano fuera reconocido y tuviera un nombre, para que los niños y los jóvenes empezaran a interesarse en la cultura y en particular en el teatro.
“Era un gran amigo, siempre estaba preocupado por todos, no sólo los que lo rodeaban, sino los que vivían en otras partes del país. Andaba siempre activo, se le veía en la mañana en la Sogem, luego salía corriendo a la Cámara de Diputados o al Senado, y luego ya se iba a la presentación de un libro, a una conferencia, a una reunión o a ver una obra de teatro.
“Finalmente, como escritor –destacó Urtusástegui– es reconocido como uno de los más importantes dramaturgos mexicanos, que tocó temas que otros autores no habían abordado, como por ejemplo, los mineros y la vida y conflictos en el norte de nuestro país.
“Siempre estaba en busca de un teatro diferente. Una obra de él no se parece a otra obra de él mismo. Rascón Banda Siempre estuvo explorando nuevas formas del teatro. Fue un hombre comprometido social y políticamente, siempre estuvo presente en las más importantes batallas culturales.”