■ Tim Berners-Lee, creador de la www, entre los participantes
Cibernautas celebran en Valencia la edición 12 de la Campus Party
Valencia, España, 31 de julio. Miles de fans de la informática y de Internet, la mayoría acompañados de sus computadoras, se reúnen en la Campus Party de Valencia para compartir experiencias o archivos y asistir a talleres o conferencias sobre la red de redes.
La duodécima edición de uno de las mayores actividades electrónicas del mundo quiere ser una “apuesta por la innovación y la formación”, con talleres y mesas redondas, para superar la imagen de que sólo sirve para bajar cosas de Internet, señala Fernando Ortuño, coordinador de uno de los pabellones de la Feria de Valencia.
“Las experiencias en Brasil y Colombia han enseñado que la gente va a aprender; asiste a los talleres”, subraya Ortuño, en referencia a las dos ediciones celebradas este año, por primera vez fuera de España, en San Pablo y Bogotá.
Como muestra del deseo de destacar el lado docente de esta reunión, los organizadores han invitado al creador de la World Wide Web (www), Tim Berners-Lee, para dar una clase magistral, quien además fue el encargado de dar el banderazo de salida a la edición de este año.
La medianoche del lunes pasado, Berners-Lee inauguró la Campus Party acompañado de una robot japonesa, ya que la feria también dedica este año un apartado a la robótica, el CampusBot, que celebrará el Día de la Robótica, con la presencia de humanoides mecánicos y microrobots creados por los campuseros.
Otras personalidades como el presidente de Linux Internacional, John Maddog Hall, o el creador del lenguaje PHP (para crear páginas web dinámicas), Rasmus Lerdorf, también tienen previsto participar en la Campus Party, a la que se han apuntado 8 mil 453 internautas, 6 mil con derecho a colocar su propio ordenador, cifras lejanas a los 250 que dieron inicio a esta actividad en 1997.
Los participantes han llenado dos pabellones de la feria valenciana con una serie de aditamentos como cables, pantallas, teclados y hasta accesorios para distintos programas de simulación, como volantes, mandos e, incluso cascos de piloto para comunicarse con otros cibernautas.
La imaginación de los locos de los bytes no tiene límites a la hora de personalizar las computadoras, con lo que se puede ver desde una con aspecto de Fórmula Uno, hasta un globo terráqueo o una extraña torre en forma de espiral cuadrada.