■ Artistas, cantantes y músicos, entre los clientes que acuden a buscar las esencias
Sobrevive la tradición de comprar fragancias de imitación en el Centro
■ En tiempos de crisis las lociones Siete Machos y Agave se vuelven las más solicitadas
Ampliar la imagen El local de José María Marroquí Foto: Roberto García Ortiz
Ampliar la imagen La perfumería cuenta con réplicas de las más conocidas marcas Foto: Roberto García Ortiz
En plena guerra globalizadora por la venta de productos, algunas tiendas antiguas de perfumes de imitación hacen frente a la competencia internacional gracias a la venta de dos aromas que siguen siendo muy demandados por los capitalinos y visitantes del interior de la República. Uno de éstos es el popularmente conocido como Siete Machos y el otro es el denominado Agave, que tiene una suave reminiscencia a tequila, aseguró Alejandra Aguinaco, encargada de la perfumería Elegante, con más de 60 años de tradición en el Centro Histórico.
Estas dos fragancias, cuyas notas tienen una “evocación muy mexicana”, según la encargada del establecimiento, a lo largo del tiempo se han mantenido entre las preferidas de su fiel clientela, además de que dispone de otros raros aromas, como el Ámbar, y una imitación del Chipre, “el perfume más antiguo del que se tenga memoria”, indicó.
Contrariamente a la fama que tiene, el Siete Machos no es un perfume fuerte, se trata más bien de un aroma floral, y aunque su nombre se presta fácilmente para la burla y la chacota, en realidad se debe a su composición, basada en siete flores machos: nardo, jazmín, heliotropo, clavel, lavanda, chipre y azar, indicó.
La original fragancia que parece remitirnos a la época de oro del cine mexicano, es muy solicitada en épocas de crisis, “como la que vivimos ahorita”, pues además de constituir una fragancia, también es una mezcla que se utiliza en rituales esotéricos o de sanación. Algunas personas, inclusive, “la utilizan para regar sus negocios, con lo cual esperan tener suerte en sus ventas, algunas otras la usan como perfume para atraer amor o dinero”, agregó Aguinaco.
Originalmente esta perfumería estuvo ubicada en la calle de Artículo 123, pero desde hace 20 años cambió su domicilio a la calle de José María Marroquí, muy cerca del Barrio Chino; entre sus clientes han figurado personajes como Toña la Negra, afirmó la encargada del lugar.
“Temperamental como buena veracruzana, la gran cantante gustaba de comprar mezclas para limpias y cosas esotéricas, casi todas las esencias que se llevaba eran florales, no precisamente las que constituyen la Siete Machos, pero sí mezclas de siete flores que también se utilizan para baños”, detalló Alejandra Aguinaco.
Fragancias con historia
Entre los perfumes que más le solicitan sus clientes se encuentra el Agave, que evoca el sabor de un tequila discreto. Su aroma es fresco, limpio, “y al final tiene una nota que evoca a esta planta de donde se extrae el tequila, es también parecido al Heno de Pravia y es una de las fragancias que más se vende”, indicó.
El reconocido baterista mexicano de jazz Tino Contreras, acudió durante años a esa perfumería a comprar la fragancia, la cual usaba con orgullo, añadió, Aguinaco.
Una de las raras fragancias que se puede encontrar en la Elegante es una imitación del Chipre, aroma que surge de la mezcla de esencias de musgo de encino, pachuli, sándalo y bergamota (variedad de lima muy aromática).
De acuerdo con una referencia localizada en Internet, “el más antiguo perfume conocido fue encontrado en la isla de Chipre, en el Mediterráneo, lugar que la tradición asegura fue donde nació Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza”. La señora Aguinaco refiere que el Chipre llegó a usarse mucho en la Roma antigua
El príncipe Félix Yusupov, quien en vísperas de la Revolución Rusa de 1917, organizó el asesinato de Rasputín, hecho al que el aristócrata debe su fama mundial, se refiere a esta fragancia en su libro, El esplendor perdido”.
Las fragancias de imitación atienden a las necesidades del pueblo y por eso son tan populares, señaló Sonia Olvera, ama de casa y habitante de Chalco, quien ha acudido a esa perfumería desde hace cinco años a comprar las fragancias de moda para su uso personal.
“Me gustan el Poison, Carolina Herrera, que a veces me cuestan 40 pesos, los compro porque me gusta oler bien, a mi pareja le regalo Hugo Boss, Eternity, y normalmente los pido muy concentrados, para que tengan un buen fijador”.
Remedios Soriano Cadena, de Amecameca, dice tener 10 años de visitar esa perfumería para comprar varias esencias que revende en el pueblo, apuntó.