■ La sociedad civil, impotente ante los secuestros, afirma
Trabajo coordinado para abatir la delincuencia, exige Harp Helú
Alfredo Harp Helú, uno de los más prominentes empresarios mexicanos, y quien estuvo secuestrado 106 días en 1994, aseguró ayer que el incremento en el número de plagios en el país hace patente “la impotencia que invade a la sociedad civil” y constituye un síntoma de “la descomposición social a que hemos llegado. Es urgente un cambio”.
En un manifiesto que firma con su esposa, María Isabel Grañén Porrúa, aseguró que la muerte del joven de 14 años Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, “es un atentado contra cada familia de México y cada uno de sus habitantes.
“Póngase en los zapatos de aquellos padres, que desean que nadie llegue a sentir lo que ellos pasaron en los últimos 50 días”, los que transcurrieron entre el secuestro de su hijo y el hallazgo del cadáver, planteó Harp Helú en el manifiesto difundido ayer.
“Piense que nadie en este país está exento de que le suceda algo parecido. Este crimen es un atentado contra cada familia de México y cada uno de sus habitantes. La muerte de este muchacho significa la descomposición social a la que hemos llegado.”
En diciembre pasado, Harp Helú y uno de sus hijos adquirieron el control de la cadena de tiendas Martí, que era propiedad de Alejandro Martí, también dueño de los gimnacios SportCity.
México no merece la realidad planteada por el repunte en los secuestros, ni que la vivan las próximas generaciones, aseguró Harp. “Unámonos para exigir que nuestras autoridades de los tres poderes de la Unión, de los estados y municipios, trabajen decidida y coordinadamente contra la delincuencia y en favor de la seguridad de las personas, para que en el corto plazo todos los mexicanos podamos vivir tranquilos”, concluyó.