■ Las acusaciones del Ejército, “una estrategia de ataque a la autonomía insurgente”, señala
Caravana internacional constata que no hay cultivos de drogas en zonas zapatistas
San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de agosto. Un centenar de integrantes de la Caravana Nacional e Internacional de Observación y Solidaridad con la Comunidades Zapatistas de Chiapas verificó la inexistencia de cultivos ilegales en los poblados indígenas rebeldes Hermenegildo Galeana y San Alejandro, como había declarado en su momento la junta de buen gobierno de La Garrucha.
El Ejército federal incursionó en esos pueblos el pasado 4 de julio, pretextando la búsqueda de enervantes y amenazando con volver. “La intención del gobierno era provocar e intimidar a las comunidades zapatistas”, reportaron hoy los caravaneros.
Esto, al término de una visita de tres días a dichas comunidades, pertenecientes al caracol Resistencia hacia un nuevo amanecer. “El pretexto de la operación militar era la supuesta búsqueda de cultivos de mariguana. Nunca creímos al mal gobierno, pero fuimos a comprobar aún así con nuestros propios ojos que es pura mentira”, declararon a su regreso a La Garrucha, para proseguir su periplo por comunidades de la selva tzeltal.
Luego de recorrer todos los campos de cultivo de ambos poblados, confirmaron: “No vimos ni una flor ni una planta, ni una raíz de mariguana ni de otro tipo de drogas. Lo que vimos es la dignidad, rebeldía, ánimo de resistencia, hospitalidad y compañerismo de las bases de apoyo zapatista que recuperaron sus tierras a los antiguos finqueros. También vimos en la milpa cultivos de maíz, frijol y calabaza, además de café, plátanos, chayotes y plantas medicinales”.
Los miembros de esta delegación de la caravana denunciaron que la incursión del Ejército federal hace dos meses fue “parte de su estrategia de ataque a la autonomía zapatista”.
Al mismo tiempo, las demás delegaciones realizan actualmente visitas y estancias en decenas de comunidades de los otros cuatro caracoles, a los cuales retornarán al fin de la semana. Hasta ahora no se han reportado incidentes, a excepción de los ocurrridos en San Cristóbal de las Casas y Ocosingo el viernes pasado. A la caravana que se dirigía a La Garrucha le fue negado, sin explicación alguna, el suministro de gasolina desde Jovel hasta la entrada de la selva en Ocosingo, donde está una gasolinera que desde un par meses parece ocupada por el Ejército federal, que mantiene discreta (o no tanto) presencia.
Según muestra un video difundido por Internet, empleados de las gasolineras reciben instruccciones por radio o celular y después niegan el suministro de combustible a los autobuses donde viaja la caravana. Con mantas, los vehículos proclaman su identidad, y reciben muestras de simpatía durante el trayecto.
Ante el inusitado intento de boicot, la junta de buen gobierno de La Garrucha y el municipio autónomo Francisco Gómez envían sus propios transportes para recoger a la caravana en la gasolinera de marras. Allí realizan el traslado de equipaje de los autobuses a los camiones de redilas de las comunidades zapatistas, ante la mirada atónita de los vigilantes. Una vez cambiados de transporte, arrancan cantando hacia las cañadas.