Usted está aquí: miércoles 6 de agosto de 2008 Ciencias En fase experimental, pildora antisida para antes de tener sexo

■ De tener éxito, implicaría preguntas éticas sobre su uso

En fase experimental, pildora antisida para antes de tener sexo

Jeremy Laurance (The Independent)

Un equipo de científicos desarrolla una píldora para tomar antes de tener sexo que detendría la transmisión del VIH. En el más reciente acontecimiento en la batalla contra la epidemia global, que costó más de 2 millones de vidas el año pasado, se investiga si los fármacos utilizados para combatir la enfermedad podrían adaptarse para servir de protección contra ella.

Los fármacos antirretrovirales ya se usan para prevenir la transmisión de madres a hijos durante el parto, y los científicos esperan que pueda obtenerse la misma protección en la actividad sexual.

Si tiene éxito, la investigación plantearía muchas preguntas éticas sobre la prevención del VIH, sobre todo quiénes deben tomar tal fármaco, en qué circunstancias y con qué riesgo de efectos secundarios.

En distintas partes del mundo se llevan a cabo tres pruebas en las que se dan antirretrovirales a personas no infectadas pero en alto riesgo de contraer el VIH, y muestran “grandes promesas”, según un reporte de The Lancet publicado para coincidir con la 17 Conferencia Internacional de VIH/sida que se realiza en la ciudad de México.

Un investigador británico dijo este martes que el retorno de la cultura del baño público entre hombres homosexuales y bisexuales, que implica tener sexo con parejas múltiples, podría proveer el contexto en el que se podría tomar una píldora preventiva.

Sheena McCormack, especialista en prevención del VIH en el Colegio Imperial de Londres, comentó: “Las fiestas con múltiples parejas sexuales están de nuevo en boga en Londres y probablemente en la mayoría de las ciudades europeas. Existe una mezcla metrosexual que relaciona a gays, bisexuales y a veces heterosexuales. Calculamos que las nuevas infecciones con el virus entre hombres homosexuales de Londres está alrededor de 3 por ciento al año”.

Su clínica ya ofrece una “profilaxis posterior a la exposición” a personas que han tenido sexo sin protección con alguien de un grupo de alto riesgo, que incluye un tratamiento de un mes con tres medicamentos. Pero una droga preventiva sería mejor opción. “Las personas podrían tomar una píldora el viernes por la noche y estar protegidas todo el fin de semana”, explicó.

A escala global, el uso de una píldora preventiva se tendría que restringir a los grupos de mayor riesgo –como los sexoservidores o a quienes consumen drogas inyectadas–, que deberían tomarla a diario durante el periodo de exposición. El primer obstáculo a vencer serían las preocupaciones por los efectos colaterales y el desarrollo de cepas resistentes del VIH.

La investigación es impulsada por la desilusión ante la falta de progreso en la búsqueda de una vacuna contra el sida y el fracaso de los esfuerzos por desarrollar microbicidas vaginales para proteger a las mujeres, por lo cual los científicos están decididos a encontrar cualquier punto débil en la armadura del virus.

“Por el momento estamos desesperados por demostrar cualquier intervención biológica que pueda prevenir el virus, para tener algo de qué partir. Los números de pacientes de VIH que están en tratamiento aumentan, lo cual es fantástico, pero la carga de tratar a una población creciente de infectados con sida ya es bastante pesada para el Reino Unido, e inimaginable para un país en desarrollo”, dijo la doctora McCormack.

Protocolo de prueba

Las pruebas se aplican a 2 mil 400 consumidores de drogas inyectadas en Tailandia, mil 200 hombres y mujeres heterosexuales en Botswana y 3 mil hombres que tienen sexo con otros hombres en cinco países de América, África y Asia. En una se utiliza tenofovir, que se usa para tratar el sida en Occidente, y en dos se emplea Truvada, combinación de tenofovir y STC.

En una cuarta prueba participan 980 mujeres de Sudáfrica a quienes se aplica un gel vaginal experimental basado en el tenofovir.

Estudios en primates han mostrado que los fármacos son efectivos en prevenir la transmisión, pero su eficacia en humanos está por demostrarse, indica el reporte en The Lancet, escrito por Nancy Padian, de Imperativo Mundial de Salud de la Mujer, con sede en San Francisco, California.

El tenofovir se usa para tratar el sida, lo cual plantea dudas sobre posible resistencia en caso de que se empleara también como preventivo. En cambio, una droga nueva llamada Maraviroc, producida por Pfizer, produce altos niveles de actividad en el tejido genital cuando se toma por vía oral y no se usa en tratamiento. Podría proveer la base para una píldora preventiva.

Diana Gibb, profesora de epidemiología en la unidad de pruebas clínicas del Consejo de Investigación Médica en Londres, señaló que los antirretrovirales son potentes, pero su seguridad se ha incrementado y son sencillos de tomar. “Ése es uno de los resultados que se examinarán muy de cerca en las pruebas: si los riesgos sobrepasan a los beneficios”, advirtió.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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