■ Bolivia va bien, dice en su informe de gobierno en el 183 aniversario de la independencia

Evo Morales llama a la oposición a “someterse al pueblo, no al imperio”

■ Hemos dejado de ser un Estado mendigo; hay superávit fiscal, crédito y viabilidad, afirma

■ Atacan con armas de fuego el vehículo del ministro de la Presidencia en la capital de Beni

Rosa Rojas (Corresponsal)

La Paz, 6 de agosto. El presidente boliviano, Evo Morales, fustigó hoy a los “pequeños grupos privilegiados” que se oponen al proceso de cambio y llamó a la oposición a “someterse al pueblo, no al imperio”, al referirse al referéndum revocatorio del domingo 10 en que se definirá su permanencia o no en su cargo, del vicepresidente y ocho prefectos.

“Bolivia anda bien, va bien”, aseveró el mandatario al rendir a la nación un informe de gobierno desde el balcón del Palacio Quemado de La Paz, en un mensaje de 30 minutos emitido en el contexto del 183 aniversario de la independencia nacional, entre gritos de “Evo sí, yanquis no” y “la derecha no va más”, de la multitud congregada en la histórica plaza Murillo.

Morales, quien debería haber encabezado la fiesta nacional de independencia y dar su informe a la nación en Sucre, sede del Poder Judicial, se vio obligado a hacerlo en La Paz ante el rechazo de la oposición de derecha que la víspera protagonizó protestas para impedir su presencia.

En ese contexto de polarización, en Sucre se congregó sólo la oposición para la conmemoración sin la asistencia del mandatario y sin la reunión formal del Congreso en esa ciudad, como establece la Constitución, ya que sólo sesionó allá el Senado, dominado por los opositores.

“Hay pequeños grupos de privilegiados que se oponen a este proceso de cambio, estos grupos no quieren la igualdad entre los bolivianos. No respetan la identidad y diversidad de nuestros pueblos, y lo más preocupante es que esos grupos hablan de independencia y separación so pretexto de autonomía”, aseveró el presidente Morales.

“No me amedrentan los antipatrias y egoístas”, advierte

En ese sentido les pidió que “no perjudiquen el referéndum revocatorio, que no atenten contra la democracia, que nos sometamos todos para que el pueblo juzgue y el pueblo nos tome examen”. No obstante, aseguró que no le asustan ni amedrentan las presiones, y que frente a los “antipatrias y egoístas” se avanza porque la democracia se profundiza.

En esta conmemoración del 6 de agosto de 1825, cuando Bolivia se hizo nación, el gobierno central enfrenta una serie de protestas de mineros y maestros que exigien aprobación de su proyecto de ley para que los trabajadores puedan pensionarse con 20 años de trabajo y 55 de edad.

En su informe, Morales dijo que la lucha por la igualdad, la democracia y recuperación de los recursos naturales de Bolivia sigue y seguirá, “pese a que algunos grupos intentarán siempre molestar este proceso de cambio”.

Aseveró que el país dejó de ser un Estado mendigo, que ahora con 7 mil 500 millones de dólares en reservas internacionales –contra mil 700 con las que lo recibió– tiene crédito internacional, tiene viabilidad y ha recuperado su dignidad y su soberanía.

En sólo dos años y medio, dijo, se ha logrado que el país ya no tenga déficit, sino superávit fiscal, aunado a una distribución de recursos por su gobierno muy superior a la que solían entregar los gobiernos precedentes a los distintos departamentos, alcaldías y universidades públicas. Recordó además algunas medidas de su política social como la Renta Dignidad para los ancianos y el bono Juancito Pinto, para los escolares.

Respecto de las exportaciones, dijo que en 2005 Bolivia exportó 2 mil 800 millones de dólares, hasta el último día de julio de 2008 ya se exportaron 3 mil millones de dólares y hasta diciembre de este año serán más de 6 mil millones de dólares.

En el aspecto de impulso a la producción, mencionó que se ha constituido un fondo de 100 millones de dólares para financiar vía créditos con cero por ciento de interés, la producción de alimentos como trigo y arroz, para combatir la dependencia del exterior en materia alimentaria.

Pidió además a los “pichones de la dictadura” que están en la oposición “que no respetan la democracia”, que se sumen a este proceso de cambio, subrayando que “es falso lo que dicen de que yo sólo gobierno para los grupos indígenas”, y prueba de ello, dijo, es que la nacionalización y las políticas de telecomunicaciones benefician a todos los sectores.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, denunció a su vez que varios individuos atacaron anoche con armas de fuego el vehículo en el que se trasladaba en la ciudad de Trinidad, capital de Beni.

Los atacantes dispararon contra el vehículo, que se encontraba estacionado frente al hotel donde Quintana sostenía una reunión de trabajo con algunas autoridades departamentales.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, expresó desde Washington su “profunda preocupación” por Bolivia, ya que “la situación de violencia, confrontaciones y graves desacuerdos políticos pueden impedir que la crisis política actual encuentre un camino pacífico para su solución”.

Llamó a las partes para que se aseguren las condiciones básicas para que el proceso electoral (del domingo) transcurra de manera pacífica, a fin de permitir a todos expresar libremente su voluntad, y a que haya un entendimiento sobre la interpretación de los resultados electorales”.

Exhortó además a todas las bolivianas y bolivianos a realizar el mayor esfuerzo para evitar la violencia y encontrar “un camino que impida el deterioro de la situación nacional, en momentos en que comités cívicos en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, dominados por la oposición, se encuentran en huelga de hambre en rechazo a un impuesto a los hidrocarburos que el gobierno central destina las pensiones de personas de la tercera edad.

En tanto, cuatro senadores españoles viajaron a Bolivia para participar como observadores en el referéndum del domingo. A su vez, el gobierno de Venezuela expresó su solidaridad al presidente Morales, mientras que la presidenta argentina Cristina Fernández dijo que la situación inestable en Bolivia no afecta el suministro de gas de ese país hacia Argentina.