■ Dos de siete laboratorios mantuvieron negativa a reducir precios, informó Córdova
Ahorrará la Ssa $310 millones cada año en antirretrovirales
■ La entrada de genéricos contra el sida significará un beneficio de apenas 10% en tarifas, acepta
■ Exige Canifarma que se aplique a empresas extranjeras mismas reglas que a las instaladas aquí
Ampliar la imagen El titular de la Ssa, José Ángel Córdova Villalobos, posa para la revista POZ –sobre personas con VIH– durante su recorrido por la Aldea Global, en el Centro Banamex Foto: Cristina Rodríguez
La Secretaría de Salud (Ssa) ahorrará 310 millones de pesos al año con el acuerdo para la reducción de precios alcanzado con cinco de los siete laboratorios farmacéuticos productores de antirretrovirales para el control del VIH/sida. Las empresas Abbot y Bristol Myer Squibb mantuvieron la decisión de no disminuir tarifas, informó el titular de la dependencia, José Ángel Córdova Villalobos.
El funcionario asistió ayer al Centro Cultural Banamex donde se realiza la 17 Conferencia Internacional sobre VIH/sida. Antes de visitar la Aldea Global explicó que con la entrada al país de medicamentos genéricos los ahorros serán de 50 millones de pesos, “apenas de 10 por ciento” –reconoció–, debido a que la mayoría de los antirretrovirales están protegidos por una patente.
Respecto de la eliminación del requisito de contar con alguna fábrica en territorio nacional para la obtención de un registro sanitario, Córdova descartó que la industria nacional resulte afectada. Por el contrario –dijo–, es una cuestión de competitividad, y descartó la posibilidad de que entren medicinas de baja calidad. “Eso es lo que dicen algunas empresas para defenderse, pero son las mismas que se niegan a la renovación de registros” con el argumento de que el tiempo es insuficiente y los costos del trámite muy altos, indicó.
Aseguró que en los trámites ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se dará prioridad a la calidad de los productos, por encima del precio, y en los casos que sea necesario se tendrá que retrasar el trámite para dar tiempo a que los inspectores verifiquen las buenas prácticas de manufactura de los laboratorios.
En tanto, Carlos Abelleyra, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), señaló que la Ssa debe garantizar que las reglas que se aplicarán a los proveedores extranjeros sean las mismas que cumplen los laboratorios instalados en México. Confirmó que por intereses personales –se dedicará a negocios propios–, a partir del primero de septiembre dejará la dirección del laboratorio Wyeth, e informó que permanecerá al frente de la Canifarma hasta marzo de 2009, cuando concluya su periodo. Rechazó que la decisión tenga algo que ver con la eliminación del requisito de plant
Recordó que el tema de permitir el ingreso de medicamentos de otros países ya había sido analizado anteriormente. El principal interés de la industria –afirmó– es trabajar en coordinación con las autoridades, siempre en aras de la modernidad, y en este caso es que haya competencia leal. Incluso –dijo–, será la oportunidad para los laboratorios de buscar la manera de exportar a Estados Unidos o Europa.
Destacó que el mandato presidencial de modificar los artículos 168 y 170 del Reglamento de Insumos para la Salud se aplicará de manera gradual, a fin de que la Cofepris se prepare para cumplir sus nuevas responsabilidades de verificar las buenas prácticas de manufactura en el exterior.
Por su parte, Córdova Villalobos explicó que la Secretaría de Hacienda autorizó la contratación de 200 inspectores, además de que la Ssa buscará establecer convenios con los órganos reguladores de otras naciones. Comentó que ya se ha avanzado en este sentido con autoridades sanitarias de Canadá, Estados Unidos, Australia y la Unión Europea.
A partir de las negociaciones con los laboratorios, Merck Sharp and Dohme (MSD) venderá Efavirenz con un descuento de 41 por ciento, mientras que el Raltegravir bajará 37.5. Stendhal redujo 23 por ciento el costo de Truvada y el laboratorio Roche ofreció igualar el precio de Saquinavir al nivel de como lo compra la Organización Panamericana de la Salud.
En tanto, GlaxoSmithKline ofreció reducciones de entre 10 y 43 por ciento en los siete productos que vende al sector salud. Además, proporcionará de manera gratuita todas las terapias para las mujeres embarazadas que sean portadoras del VIH, con las cuales se previene la transmisión perinatal del virus. El laboratorio Boehringer reducirá 22 por ciento el valor de Nevirapina en suspensión y 10 por ciento el de Tripanavir. Bristol se mantuvo en su descuento de 1.5 por ciento, mientras que Abbot no hizo ninguna propuesta.
A este último, el sector salud le compra Kaletra, uno de los inhibidores que más se utilizan en los tratamientos de control del VIH y cuyo costo asciende a más de 6 mil pesos al mes por paciente.
Ayer, durante la conferencia internacional, grupos de activistas de México y Colombia realizaron protestas en contra de Abbot, para exigirle que asuma “su responsabilidad humanitaria”.