La Jornada Olímpica
■ Un tenista, la excepción; firmó más de 100 autógrafos en una cena
Estrellas del deporte huyen del caos y el alboroto en la Villa Olímpica
Pekín, 11 de agosto. Mientras el tenista serbio Novak Djokovic juega el rol de paparazzo en la Villa Olímpica, su colega español Rafael Nadal descubrió que no se necesita chofer a la puerta ni suite de lujo para ser feliz. En cambio, la tenista Serena Williams puso tierra de por medio con el hogar momentáneo de los atletas, porque no le agrada el alboroto ni que la acribillen los fotógrafos.
Debido al acoso de sus colegas olímpicos por conseguir una foto con el aún número uno del mundo, el tenista Roger Federer se vio obligado a irse de la villa de los atletas la semana pasada. Pero el serbio Novak es la otra cara de la moneda, porque se siente cómodo con la vida allí.
“Es verdad, veo gente como Kipketer, LeBron James, Kobe Bryant y Yao Ming, todos los mejores atletas del mundo”, dijo, tras su victoria de este lunes.
“Sí, les pido fotos porque para mí éste es el recuerdo que tendré para siempre en mi vida”, añadió el número tres del mundo.
El español Nadal, uno de los deportistas más perseguidos en la villa, confesó, por su parte, estar encantado de vivir una vida real, con otros deportistas.
“Estoy más feliz que nunca, porque me encanta convivir con otra gente, me gusta mucho más estar en grupo que estar solo”, sostuvo el tenista de 22 años en conferencia de prensa.
Los juegos son una experiencia completamente nueva en la que Nadal comparte habitaciones y las comidas con otros miembros de la delegación española, algo que le hizo probar el sabor de una vida más normal, de acuerdo con el tenista.
“Vives de forma totalmente distinta de cuando juegas un torneo. Las comodidades son distintas y yo creo que esto también te ayuda mucho a ver lo que es la vida real”, dijo.
“Te tienes que despabilar, no tienes un chofer a la puerta de un hotel que te está esperando para llevarte adonde tu quieras, ni tienes una habitación grandiosa, y la verdad, es que tampoco hace falta para ser feliz”, agregó.
La remera argentina María Gabriela Best dijo que en una cena Nadal “casi no podía comer. Era increíble la cantidad de atletas que se le acercaron. Habría firmado como 100 autógrafos y se habrá sacado otras tantas fotos”.
Pero el alboroto de la Villa Olímpica y la ceremonia de apertura de los Juegos son demasiado para Serena Williams, quien optó por estar ausente en ambos lugares en busca de privacidad y descanso.
La ganadora de ocho Gran Slam decidió no asistir a la inauguración del viernes, debido a que se pone de mal humor y se cansa si está mucho tiempo de pie.“Me da sueño a las siete en punto. Estuve en la ceremonia de apertura en Sidney y estaba de pésimo humor a las cinco”, dijo este lunes.
Serena visitó la villa en Pekín, junto a su hermana Venus, y dijo que se armó un escándalo. “Fui a la Villa el otro día y fui acribillada a fotos.”