México SA
■ Espantoso cero, la calificación en el rubro del empleo
■ Adiós al sueño de la industrialización
Transcurrida poco más de una cuarta parte del oneroso inquilinaje de Felipe Calderón en Los Pinos, la calificación obtenida por su cuento de la “Presidencia del empleo” es, siendo generosos, atroz: un espantoso cuan rotundo cero, “logro” que se añade al puntaje idéntico que su predecesor obtuvo en el sexenio del “cambio”, durante el cual, al igual que en el presente, no dejaron de reportarse “cifras históricas” en generación de puestos de trabajo en el sector formal de la economía.
Tal es el éxito obtenido en este renglón a lo largo del “cambio con continuidad”, que desde noviembre de 2000 el país no registra una tasa oficial de desocupación abierta menor a 2 por ciento, y desde el segundo trimestre de 2003 una inferior a 3 por ciento. De hecho, en el calderonato la “mejor” proporción de ese indicador se reportó en el segundo trimestre de 2007, con 3.39 por ciento.
Pasa el tiempo y crece el número de discursos “victoriosos”, pero en los hechos la “Presidencia del empleo” va de peor en peor. Si se atienden las cifras del INEGI (el aterrorizado instituto que corre el riesgo de que por acuerdos copulares le impongan a Eduardo Sojo como presidente de la Junta de Gobierno) la generación neta de empleo (formal e informal) con Calderón en Los Pinos ha sido prácticamente nula: cuando se instaló en la residencia oficial, la tasa de desocupación abierta heredada por el ahora “estratega” blanquiazul Vicente Fox se ubicaba en 3.5 por ciento de la población económicamente activa; al cierre de julio de 2008 ese indicador permanece en la misma posición.
Y como en tiempos de la calculadora del “cambio” (el ábaco que a conveniencia utilizaba el señor de los ranchos), parece que en el calderonato sólo suman, nunca restan, en materia de empleo, por mucho que la “corrección de errores metodológicos” en el registro de empleo formal en el IMSS haya borrado de la estadística oficial más de 200 mil inexistentes puestos de trabajo, pero cacareados hasta la ignominia en el discurso del inquilino de Los Pinos.
Cuando por la puerta de atrás el michoacano se aposentó en Los Pinos, la tasa oficial de desempleo abierto afectaba a 3.5 por ciento (1.54 millones en ese entonces) de los mexicanos en edad y condición para laborar; 19 meses después el porcentaje es igual, pero por el crecimiento de la PEA esa proporción se traduce en 1.6 millones de personas. De la misma forma, en aquel entonces 3.3 millones se encontraban subocupados, la misma cantidad que en junio de 2008. En diciembre de 2006, 11.8 millones de ciudadanos (26.9 por ciento de la PEA) sobrevivían en la informalidad y 2.9 millones laboraban menos de 15 horas semanales; al sexto mes de 2008, esas cifras se incrementaron a 12.5 millones (27.5 por ciento de la PEA) y a poco más de 3 millones, respectivamente.
Lo anterior, según el machacón discurso oficial, se ha dado en el marco del “navío de gran calado”, con una “economía más sólida que nunca”, que va “por el rumbo correcto” y que “está llamada a ser una de las más importantes del mundo”, aunque sea en el año 2040. Si en “plena estabilidad” esos son los resultados y las “cifras históricas”, entonces ¿qué esperar con el golpeteo recesivo que todo lo tira y descompone?
Mientras la también llamada “Presidencia de la seguridad y contra la violencia” (no olvidar aquella célebre frase calderonista de “le vamos ganando al crimen organizado”, con su respectiva “goliza”) hace su mejor esfuerzo por obtener una calificación aún menor a la del “empleo”, van los indicadores laborales más frescos del INEGI, divulgados ayer:
En el segundo trimestre de 2008 la población económicamente activa fue de 45.5 millones de personas, de las cuales 43.9 millones estaban ocupadas y 1.6 millones desempleadas, es decir 3.5 por ciento. La tasa de nivel de desocupados del periodo fue mayor a 3.4 por ciento de abril-junio de 2007 y la población subocupada fue de 3 millones, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
En el periodo de referencia la población de 14 años y más disponible para laborar se incrementó un millón 100 mil personas con respecto a igual lapso de 2007 (45.5 millones contra 44.4 millones, respectivamente). El 53.2 por ciento de la población ocupada se concentra en las ciudades más grandes del país (100 mil y más habitantes); le siguen las localidades rurales (menos de 2 mil 500) donde se agrupa 19.2 por ciento; los asentamientos que tienen entre 15 mil y menos de 100 mil habitantes (urbano medio) albergan 14.5 por ciento y el resto (13.1 por ciento) en localidades de 2 mil 500 a menos de 15 mil (urbano bajo).
México se ha convertido en el país de los servicios, dejando atrás el sueño de la industrialización. Así, 13.1 por ciento de la población ocupada labora en el sector primario, 25.5 por ciento en el secundario o industrial y 60.6 por ciento en el terciario o de los servicios. Del total ocupado, casi dos terceras partes (65.9 por ciento) son trabajadores subordinados y remunerados; 22.5 por ciento trabajan por su cuenta, sin emplear personal pagado; 6.7 por ciento son trabajadores que no reciben remuneración, y 4.9 por ciento propietarios de los bienes de producción, con trabajadores a su cargo.
En función del tamaño de unidad económica en la que labora y si sólo se toma en cuenta al ámbito no agropecuario (37.3 millones de personas) al segundo trimestre de 2008 el balance es el siguiente: 18.1 millones estaban ocupadas en micronegocios; 6.6 millones en establecimientos pequeños; 4.3 millones en medianos; 4 millones en grandes, y 4.3 millones en otro tipo de unidades económicas. Entre abril-junio de 2007 y el mismo periodo de 2008, los micronegocios fueron los mayores generadores de empleos, con 469 mil.
Las rebanadas del pastel
El gobierno calderonista también puede presumir otro “gran logro”: de acuerdo con la ONG Pax Christi, con sede en Holanda, “México ocupa el primer lugar en el número de secuestros a nivel mundial, con un promedio de entre tres y cuatro casos cada día” (El Universal), y lo mejor del caso es que no se había dado cuenta… Con la participación del diputado Alfredo Ríos, el abogado Manuel Fuentes Muñiz y este tecleador, hoy a las 18 horas se realizará el decimoséptimo Foro: Pemex, un proyecto alternativo dentro del PRI. La cita es en el Club de Periodistas de México (Filomeno Mata 8, Centro Histórico). Los moderadores serán Celeste Sáenz de Miera, Jorge Santa Cruz y José Manuel Orozco Garibay.