■ Pide la organización humanitaria a Bogotá no utilizar más su logo
Guerrilla colombiana cuestiona que el ejército use el emblema de la Cruz Roja
Bogotá, 14 de agosto. Una de las organizaciones guerrilleras colombianas –cuyo nombre no fue revelado– demandó explicaciones a la representación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Bogotá por el uso de su emblema en una operación del ejército gubernamental destinada al rescate de 15 rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), incluida la dirigente política Ingrid Betancourt, informó hoy el representante del organismo, Christophe Beney.
El funcionario informó además que a nombre del CICR pidió a Colombia que sus militares no vuelvan a utilizar el emblema de la organización indebidamente, un mes después de que la Cruz Roja emitió desde su sede en Ginebra un comunicado en que condenó la acción cometida el 2 de julio pasado, durante una operación de rescate realizada por las fuerzas armadas colombianas, en que también se utilizaron los emblemas de la televisora Telesur.
“Hemos sido requeridos de dar explicaciones en nuestro diálogo cotidiano con ellos”, dijo Beney, quien reconoció que a pesar del mal uso del emblema del CICR por parte del ejército colombiano, situaciones de este tipo suceden con frecuencia en conflictos armados en distintos puntos del mundo.
Sobre el mismo asunto, el presidente de la Cruz Roja Colombiana, Fernando Cárdenas, reconoció también que un grupo armado, que tampoco identificó, “nos pidió fijar una posición sobre cuál fue la participación” del organismo nacional en los hechos del 2 de julio, pero no precisó si respondieron o no a la solicitud.
En el contexto del conflicto interno colombiano, representantes del CICR han logrado entrar en lugares con fuerte presencia guerrillera para llevar a cabo sus actividades humanitarias.
Sin embargo, personal de la Cruz Roja local ha padecido agresiones de guerrilleros de las FARC. La más reciente ocurrió el 16 de abril pasado, cuando rebeldes interceptaron una ambulancia en una carretera del noroeste de Colombia, en un área montañosa del departamento de Antioquia, a 300 kilómetros de Bogotá.
Los guerrilleros detuvieron el vehículo con el argumento de que ahí viajaban dos soldados, y tras detener la ambulancia mataron a los militares que estaban heridos a causa del estallido de una mina.