Arrasan con edificios antiguos en Hermosillo
Ampliar la imagen Una de las casonas del centro histórico de Hermosillo que están en peligro de ser demolidas, ante la incapacidad del INAH para protegerlas Foto: Ulises Gutiérrez Ruelas
Hermosillo, Son., 14 de agosto. El Instituto Nacional de Antropología de Historia (INAH) en Sonora denunció que casonas y edificios antiguos con valor artístico, ubicados en el centro histórico de esta ciudad, son demolidos sin permiso del ayuntamiento capitalino y ninguna autoridad ha hecho algo para detener la pérdida de patrimonio cultural. Además, reconoció que el INAH carece de personal suficiente para verificar las demoliciones.
Mario González Valenzuela, director del Centro INAH, precisó que en una sola noche el propietario de cuatro casonas antiguas utilizó maquinaria pesada para demoler toda una cuadra. Para muchos dueños resulta más rentable hacer edificios nuevos que dar mantenimiento adecuado a los existentes.
Ante la falta de personal para cuidar el patrimonio arquitectónico de Hermosillo, se buscará firmar en dos semanas un convenio con el ayuntamiento para que inspeccione y multe a quienes destruyan el patrimonio histórico, que incluye casas de entre 70 y 140 años de antigüedad.
Explicó que, según las leyes municipales, toda persona que pretenda demoler un edificio deberá obtener permiso del ayuntamiento y éste tiene la obligación de reportar la solicitud al INAH para que éste decida.
“En este caso el ayuntamiento no se dio cuenta (de las recientes demoliciones), pues, según se nos reportó, no le pidieron permiso, pero esto implica otra obligación: tener personal de inspección y vigilancia, que detecte cuando malos ciudadanos destruyan edificios sin los permisos correspondientes”, dijo.
Autoridades municipales señalaron que no dieron autorización para la demolición de cuatro viviendas en las calles Garmendia y Niños Héroes, la zona más afectada, ni en otro lugar del centro histórico.
El director de protección civil local, Roberto Copado, aclaró que este organismo sólo interviene cuando el inmueble representa un riego para la población, y cuando se trata de una construcción ubicada en el primer cuadro de la ciudad es necesario el permiso del ayuntamiento y del INAH.
La dirección de desarrollo urbano informó que no ha aprobado demolición alguna en varios meses y quienes derribaron las casas en una sola noche, como denunció el INAH, sabían que cometían un delito, pues en temporada vacacional hay menos personal de inspección.
Norma Moreno González, vecina del centro histórico, narró cómo las máquinas arrasaron con las casonas en una sola noche: “Eran casas antiguas, muy bonitas; tenían mucho patio atrás. Parece que quienes las demolieron ya tenían varios días tumbando desde adentro, sin que nadie se diera cuenta, y una noche llegaron con maquinaria y terminaron de tirar el cascarón”.