■ Los chuchos aclaran que para mantener el pacto es necesario que conserven la presidencia

Corrientes del PRD acuerdan poner fin al conflicto con una dirigencia colegiada

■ La secretaria general se dice dispuesta a renunciar, a cambio de la entrega de instalaciones del CEN

Enrique Méndez

Las corrientes del PRD acordaron anoche poner fin al conflicto interno el próximo sábado, cuando se prevé aprobar la figura de “dirigencia colegiada”, con objeto de evitar que las diferencias por la disputa del control del partido afecten las expectativas de voto para las elecciones del siguiente año.

Reunidos en las oficinas del grupo parlamentario del PRD en el Senado, en la Torre del Caballito, los distintos grupos del sol azteca acordaron “no escalar los conflictos y tratar de que este tono conciliatorio” se exprese tanto en las posiciones públicas en la ciudad de México como en las de los estados.

Como muestra de distensión del bloque de Nueva Izquierda (NI), la secretaria general sustituta del partido, Martha Dalia Gastélum, puso sobre la mesa su renuncia al cargo, pero a cambio este grupo exigió la liberación de las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional.

“Todos tenemos que ceder algo”, declaró Gastélum al terminar la reunión.

Previamente, y mientras un sector del PRD planteó que la solución pasa por establecer una dirigencia de transición, a lo largo del día NI condicionó el pacto a mantener la presidencia, y por tanto el control del partido, hasta febrero de 2010.

Los diversos contactos permitieron convocar anoche a una reunión en las oficinas del PRD en la Cámara de Senadores en la Torre del Caballito, donde representantes de las diversas corrientes negociaron una agenda de solución.

El diputado Juan Guerra Ochoa informó que este martes las diferentes corrientes bajarán los acuerdos y mañana a la una de la tarde habrá una nueva reunión de todas las corrientes para definir la línea política del partido, la organización, el tema de la dirigencia colegiada y las reglas de convivencia interna. El jueves los negociadores se declararán en sesión permanente, con la intención de lograr un acuerdo de unidad, y se fijaron como plazo el próximo sábado para concluir.

El conflicto interno, que se avivó el fin de semana con la realización del Consejo Nacional en Nezahualcóyotl por parte de NI, y la toma de la sede nacional perredista por integrantes del bloque de Izquierda Unida (IU), obligó a Acosta Naranjo a despachar sus asuntos en diferentes restaurantes. El domingo lo hizo en el hotel Meliá y ayer en El Asado Argentino, en la esquina de Marsella y Dinamarca, en la colonia Juárez.

Ahí recibió a los diputados Juan Guerra y Humberto Zazueta, de la corriente de los cívicos, quienes le insistieron en su propuesta de construir un acuerdo político que permita al partido salvar en unidad las elecciones de 2009 –cuando se renovará la Cámara de Diputados y habrá 13 elecciones concurrentes– e integrar una dirigencia de transición que defina las reglas de la línea política partidaria y el método de elección de candidatos.

Sin embargo, explicó Zazueta en entrevista, NI “quiere que el pacto sea sobre la base de que ellos encabecen la dirigencia”.

Hacia el final del encuentro llegó al restaurante el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, y cuando la reunión concluía se incorporó Jesús Ortega Martínez, ex candidato de NI a la dirigencia nacional, para tratar sus propios asuntos con Acosta Naranjo.

De manera paralela, por la mañana IU sostuvo una larga reunión para determinar si acudían o no a la reunión por la noche, de la que finalmente se acordó un cierre de filas en torno a Alejandro Encinas, ex candidato de ese bloque.

La ex diputada federal Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional, informó en entrevista telefónica que se decidió asumir una actitud “ética, combativa, leal al proyecto alternativo y de no traicionar el voto de la militancia”. Señaló que no van a permitir que Acosta Naranjo se quede como presidente sustituto del PRD hasta 2010, entre otros factores porque sería reconocer el “fraude” y por la confrontación que este personaje mantiene contra el “gobierno legítimo”.

Padierna aseguró que “si NI o el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación nos imponen a Jesús Ortega o nos dejan a Acosta Naranjo, no nos vamos a ir del partido; eso no ha pasado por la cabeza de nadie, pero nos quedaremos a la resistencia interna”.