■ El líder disidente dice que continuará aunque corra sangre
Más movilizaciones en el sindicato hasta que caiga el priísta, dice Toledo Aburto
“Se volverá a tomar el sindicato petrolero” en demanda de que sea depuesto el actual dirigente del gremio, Carlos Romero Deschamps, y sin importar las consecuencias, “aun el derramamiento de sangre”, ya que hay hartazgo por la corrupción y el gansterismo en esta organización, señaló ayer Omar Toledo Aburto, quien la semana pasada encabezó la toma de esta sede, que devino en una severa golpiza para quienes lo siguieron en esta acción.
Toledo, quien lidera la corriente disidente Trabajadores Activos del Sindicato Petrolero, advirtió que están dispuestos a llevar a cabo más acciones hasta lograr deponer a Romero.
Respecto de la posición de la secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, que señaló ayer que la toma de nota del líder petrolero es totalmente legal, Toledo dijo que desde hace muchas décadas esta dependencia “mantiene una política de alianza con los sindicatos charros. Lo que ha generado que personajes como Romero Deschamps se perpetúen, ya que lleva más de 17 años en el poder y todas sus relecciones han sido fraudulentas, llenas de vicios y violaciones a los estatutos y a las leyes laborales; sin embargo, la dependencia lo ha avalado”.
En su opinión, Alarcón favorece a Romero Deschamps, lo que ha recrudecido el conflicto petrolero, por lo que pidió la renuncia del funcionario.
Calificó al priísta Romero Deschamps de “todo un capo”, con una historia delictiva de ya muchos años, que ha subsistido desde el sexenio de Carlos Salinas, Erneto Zedillo, Vicente Fox, quienes lo solaparon. Dijo que las violaciones a los estatutos en la última reelección del dirigente petrolero están comprobadas. Los desvíos de fondos del presupuesto de Pemex también están documentadas, ya que se se dio cuenta por los medios de información de un desvío de al menos 60 mil millones de pesos entre 2000 y 2007.
Este líder “ha cometido robo de cuotas sindicales, ha vendido plazas, violaciones laborales, represión, asesinato de trabajadores, terrorismo sindical que se refleja en más de 32 mil demandas por despido injustificado, entre otros ilícitos”, acusó Toledo.
Advirtió: “nosotros seguiremos luchando por la democratización de nuestro sindicato, porque el grado de corrupción y de gansterismo ya llegó a un límite, si quieren que se derrame sangre, estamos dispuestos, si este es el costo por democratizar nuestro sindicato”.
Según planteó, el objetivo de estas acciones es democratizar al sindicato y llamó a los trabajadores petroleros a poner un “hasta aquí” a la impunidad con que opera el líder petrolero, el cual, sin importar el número de acciones ilícitas que cometa, tiene impunidad.