■ Denuncian observadores total omisión del gobierno en los crímenes contra informadores
Con Calderón, más represión y ataques a periodistas que en el sexenio de Fox
■ En México, 24 comunicadores fueron asesinados en ocho años; ocho más están desaparecidos
La Misión Internacional de Documentación sobre Ataques en contra de Periodistas y Medios de Comunicación dio a conocer ayer los resultados de su informe: Libertad de prensa en México, la sombra de la impunidad y la violencia, en el que destaca que en los últimos ocho años 24 periodistas han sido asesinados, ocho han desaparecido y docenas de ellos han sido amenazados.
En el documento de 36 hojas, las tres organizaciones participantes sostienen que el gobierno de Felipe Calderón se ha caracterizado porque existe mayor represión, ataques, amenazas y asesinatos a periodistas, incluso más que en el sexenio de Vicente Fox.
La misión internacional que en abril pasado estuvo en México, visitó y tomó testimonios de la violencia contra reporteros y periodistas en los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Sonora, además de la ciudad de México, coincidieron en destacar que en el país “hay una crisis contra los periodistas: violencia, asesinatos, desapariciones, amenazas de parte del narcotráfico y también de gobiernos locales, aunados a la impunidad, al miedo y a la autocensura”.
En conferencia de prensa, Robert Shaw, de International Media Support (IMS); Marcelo Moreira, de TV Global de Brasil y del Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa; Darío Ramírez, de Article XIX; Zulaine Lainiz, de la Federación Internacional de Periodistas, y Aleyda Calleja, de AMARC, demandaron mayor compromiso del gobierno federal para aplicar políticas públicas de protección a los comunicadores y que se fortalezca la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos en contra de Periodistas, y se pronunciaron por que haya unidad y solidaridad gremial.
En el informe, la Misión Internacional dice que el diagnóstico que elaboraron sobre la situación de los periodistas en el país “es grave e inquietante” y evidenció la necesidad de que la misión regrese en los primeros meses de 2009 para verificar la situación.
Insistió en que “México ha entrado en una crisis de periodistas; el país ha estado en una confrontación con el crimen organizado y el narcotráfico, y además la situación se ha agravado porque el presidente Calderón decidió que el Ejército participara en tareas de seguridad, lo que ha provocado muchas violaciones a derechos humanos”.
Robert Shaw, de IMS, subrayó que hace falta coordinación entre los gobiernos federal y estatal para atender las violaciones a los derechos de los periodistas, los asesinatos y las desapariciones.
“El gobierno tiene que sancionar a los responsables de los asesinatos, tiene que investigar y hacer justicia; es un llamado de la comunidad internacional, porque hemos visto una omisión completa del gobierno federal en la crisis que se vive en el país.”
Shaw insistió en que hay un problema crónico en las pesquisas; por ello “buscamos que haya mejor coordinación entre los gobiernos para que se investigue”.
Marcelo Moreira, de TV Global, resaltó que en México “hay 24 asesinatos, en Brasil los periodistas nos reunimos para crear unidad en el medio, para pelear por la seguridad. En mi país cada año 50 mil personas son asesinadas, en México son 5 mil, pero tenemos mayor libertad de expresión para denunciar. Percibimos que hay una sociedad mexicana con miedo y con autocensura por las amenazas del narco”.
“Si un periodista es asesinado en Guerrero, tiene que importarle a todos los medios, tiene que haber unidad y el gobierno tiene que estar haciendo su trabajo.”
Por su parte, Aleyda Calleja de AMARC, refirió que en la mayor parte de los casos denunciados existe impunidad. Se denuncia el 30 por ciento de las amenazas, agresiones y asesinatos contra periodistas, y 87 por ciento llegan a los jueces, pero a la justicia sólo llega uno por ciento.
Las representantes de la Misión Internacional resaltaron que México ocupa el primer lugar en las Américas en agresiones, homicidios y desapariciones de periodistas “ha desplazado a Colombia y Brasil”.