■ La cementera informó que PDVSA se hará cargo del control operacional de sus plantas
Ocupó la Guardia Nacional de Venezuela una filial de Cemex
■ Las negociaciones para comprarla fracasaron porque se pidió un precio muy elevado, explicó el vicepresidente
■ El gobierno firmó convenios para controlar 89% de Lafarge y 85% de Holcim
Ampliar la imagen El presidente y director general de Cementos Mexicanos, Lorenzo Zambrano, en la bolsa de Nueva York, para la celebración de los 100 años de la empresa. Imagen de archivo Foto: Notimex
Caracas, 18 de agosto. La Guardia Nacional (GN) de Venezuela tomó hoy el control de la planta de la trasnacional Cemex en el noroccidental estado Zulia, en el comienzo del proceso de expropiación de la filial de la empresa mexicana.
La televisora Globovisión señaló este lunes que las 18 horas locales (22:30 GMT), elementos de la GN entraron a las instalaciones de la planta en la ciudad de Maracaibo, en compañía de cuatro jueces para asumir su control.
El vicepresidente venezolano, Ramón Carrizales, anunció horas antes que había fracasado la negociación con Cemex sobre la compra de la mayor parte de los activos, luego de que el presidente Hugo Chávez emitió un decreto para su nacionalización.
Por la noche de ayer, Cementos Mexicanos emitió un escueto comunicado intitulado: “Cemex informa cumplimiento de decreto en Venezuela”. En él dio cuenta de que “conforme a un comunicado de Petróleos de Venezuela (PDVSA), ésta procederá a la toma del control operacional de las plantas de Cemex Venezuela, en representación del gobierno de Venezuela”.
“La cantidad que están pidiendo (en Cemex) por la planta está por encima de su valor real, por encima de los mil 300 millones de dólares”, por lo cual se asumirá el control de la compañía sin acuerdo de compra, precisó Carrizales.
Cemex reportó que hasta 2007 contaba en Venezuela con tres plantas de cemento, con una capacidad de producción de 4.6 millones de toneladas métricas al año, 33 plantas de concreto, 10 centros de distribución terrestre y cuatro terminales marítimas.
Al no haberse alcanzado un convenio dentro de un plan de nacionalización de empresas cementeras, Venezuela anunció que expropiará la unidad de Cemex, aunque sí firmó acuerdos el lunes para controlar a las filiales de Lafarge y Holcim.
El gobierno informó que pactó pagar unos 267 millones de dólares por 89 por ciento de la unidad local de la francesa Lafarge –la mayor cementera del mundo– y unos 552 millones de dólares por 85 por ciento de la suiza Holcim.
“A las 12 de la noche de hoy (lunes) vamos a hacer un control operacional de las instalaciones de Cemex, y entrará en vigencia entonces el decreto de expropiación”, advirtió a periodistas el ministro de Energía, Rafael Ramírez, encargado de las negociaciones. Luego de la ocupación se efectuará la valuación para determinar el “precio justo” de los activos de Cemex para compensar al inversionista foráneo, agregó.
El vicepresidente Ramón Carrizales acotó que Cemex exigía mil 300 millones de dólares por sus activos en el país sudamericano, lo que estaba muy por encima de su valor real. Portavoces de Cemex declinaron comentar la versión.
En un decreto publicado el lunes en la Gaceta Oficial, el gobierno nombró las comisiones de transición para tomar el control de las tres cementeras, pero no aportó detalles sobre los plazos para culminar el proceso o las negociaciones por la compensación.
Carrizalez explicó que hay un lapso de 60 días para hacer el pago de las porciones accionarias a Lafarge y Holcim, que aclaró que formarán parte del esquema integrado de operación manejado por el Estado.
Chávez ordenó en abril estatizar las unidades de las empresas, al acusarlas de vender el cemento en el exterior y no favorecer al mercado local.
Conversaciones escasas
El gobierno publicó el 19 de junio los términos del proceso fijando un plazo de 60 días para que las compañías decidieran si permanecerían como accionistas minoritarias, mientras el Estado asumiría no menos de 60 por ciento. Además, especificaba que se nombraría en los siete días siguientes las comisiones de transacción.
Una fuente de Cemex vinculada a las negociaciones había dicho que desde esa fecha nunca se conformó la comisión y hubo conversaciones “pobres y escasas”. Ningún funcionario había declarado sobre el proceso de diálogo y recién el lunes el gobierno venezolano externó que no se había logrado acuerdo. Ese decreto también establecía que el proceso de transferencia debe culminar el 31 de diciembre de 2008.
Chávez expresó el domingo que al vencerse a medianoche del lunes el plazo fijado por ley, se iba “a proceder a nacionalizar y recuperar las industrias del cemento para lanzar con fuerza el plan de viviendas y de construcciones y seguir desarrollando el país”.
La unidad en Venezuela del gigante mexicano Cemex es la mayor productora y exportadora de cemento en el país, con tres plantas y una capacidad de 4.6 millones de toneladas anuales.
Con una producción conjunta de 8.3 millones de toneladas anuales de cemento, en torno a 90 por ciento de la capacidad instalada en el país, estas tres compañías han registrado fuertes ganancias impulsadas por obras estatales de infraestructura y construcciones comerciales privadas.
Analistas estiman que el valor total de los activos de estas firmas rondaría los mil 700 millones de dólares, utilizando el estándar de la industria de calcular unos 200 dólares por tonelada de producción anual, y dudan de que las compañías quieran permanecer bajo un modelo de control estatal.
Perspectiva negativa para los títulos
Standard & Poor’s Ratings Services dijo el lunes que ratificó su calificación de BBB a la deuda corporativa de largo plazo de Cemex SA de CV y sus principales subsidiarias Cemex España, Cemex México, y Cemex Inc. Las calificaciones de Rinker Group Ltd. (Rinker), que van a la par de las de Cemex, también fueron ratificadas. La perspectiva es negativa.