■ Evidencian que el discurso oficial es para mostrar al mundo un Estado respetuoso de derechos

Caso Cerezo, ejemplo de la criminalización de la lucha social en México, dicen activistas

Laura Poy Solano

A siete años de la detención de los hermanos Antonio y Héctor Cerezo Contreras, defensores de derechos humanos y activistas del Comité Cerezo México alertaron sobre los riesgos de la criminalización de la lucha social, y del creciente riesgo que implica la defensa de los derechos humanos en un país donde “prevalece un doble discurso, en el que se busca vender en foros internacionales una imagen de Estado respetuoso de los derechos humanos, pero en casa la historia es muy distinta, ante un número cada vez mayor de denuncias de hostigamiento y amenazas”.

Reunidos para conmemorar siete años de lucha en la defensa de los hermanos Cerezo, detenidos en agosto de 2001, activistas y defensores reiteraron que “ha sido una lucha no sólo por los Cerezo Contreras, sino por dar voz y visibilidad a los presos de conciencia”, sobre todo por “quienes sufren detención arbitraria y tortura, así como la denuncia ante una creciente criminalización de la lucha social”, afirmó Francisco Cerezo, integrante del comité.

El escritor Paco Ignacio Taibo II afirmó que, en un análisis del expediente judicial de los hermanos Cerezo realizado con “mentalidad de escritor de novelas policiacas”, detectó al menos 75 incoherencias, “errores de bulto, con testigos que no existen, verdaderos entes metafísicos, que se desvanecen bajo señalamientos como ‘la señora dijo’ o ‘unos chavitos jugando futbol vieron tal o cual cosa’”.

Se llega al exceso, agregó, de que “se reconoce que van siguiendo un vehículo, pero a la mitad del camino, de pronto van siguiendo a otro. Se habla de bombas que acaban siendo petardos. Se investiga a personas que reconocen que no saben nada sobre petardos, pero de igual forma se enjuicia y condena”.

A pesar de que en el expediente de los Cerezo, “no hay ningún elemento que los vincule con su pertenencia a un grupo guerrillero, para las autoridades la suposición surge porque vivían en una casa donde había propaganda. En suma, es un material de incoherencias tan sublime que sólo en México, con un juicio político precocinado, se puede meter a la cárcel a alguien con estas pruebas, lo que nos habla del nivel de cinismo que ha alcanzado la autoridad judicial subordinada al Poder Ejecutivo”.

Miguel Concha, presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, denunció que tras un proceso judicial “irregular e injusto” que condenó a más de siete años de prisión a los hermanos Cerezo, nace el Comité Cerezo México para buscar su liberación, y que “hoy ha dado frutos, no sólo al promover una iniciativa de ley de amnistía para los presos políticos, también al denunciar otros casos de persecución y represión contra luchadores sociales”.

Alberto Herrera, director de Amnistía Internacional-México, y Dolores González, directora de Servicios y Asesoría para la Paz, señalaron que a siete meses para que se libere a los hermanos, una vez cumplida su sentencia, “estaremos atentos de cualquier provocación que pudiera impedir su salida, de una detención totalmente injusta e ilegal, que no debe prolongarse”, por lo que aseguraron que “estaremos muy pendientes de que su liberación se dé conforme a los términos planteados y no se demore, por ningún motivo”.