Con Uribe no habrá paz en Colombia
Aún cuando el pueblo colombiano quiere la paz y que ésta sea fruto de la negociación política y la justicia social, en este momento, con el gobierno del presidente Álvaro Uribe, es “prácticamente imposible” alcanzarla. Las experiencias históricas y las acciones del mandatario demuestran que ese no es su interés ni el de la oligarquía.
Lo anterior fue la conclusión del foro Causas y perspectivas de solución al conflicto armado colombiano, organizado por la Casa Lamm y La Jornada, en el cual la investigadora y activista por los derechos humanos Clemencia Correa enumeró los factores que hacen imposible pensar en un acuerdo de paz.
Destacan, dijo, los elevados índices de desigualdad social: 17 millones de 43 millones de colombianos viven en pobreza extrema, 6 millones en indigencia y sólo 3 por ciento de la población es poseedora de toda la tierra productiva. Además, las multinacionales tienen nexos con los paramilitares.
Otras razones, continuó, son de carácter político: en décadas recientes han sido asesinados cinco candidatos presidenciales y persiste un “Estado paramilitar”; en los hechos sólo existe un partido, que es de Álvaro Uribe; no hay medios de comunicación confiables, y la impunidad es cosa de todos los días.
A esta situación se añade la abierta intervención del gobierno de Estados Unidos, que con el pretexto del Plan Colombia ha instalado tres bases militares en territorio colombiano. Las cosas están peor que hace 40 años, añadió.
La investigadora, de origen colombiano, condenó las acciones de las FARC, pero se preguntó “qué pasa con las víctimas del terrorismo de Estado, pues hay encarcelados más de 7 mil presos políticos, estudiantes, sindicalistas, dirigentes sociales y defensores de derechos humanos, y qué sucede con los 800 torturados, 11 asesinatos políticos y 27 sindicalistas ultimados sólo de 2000 a la fecha”.
Mientras tanto, Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, presentó datos que permiten concluir que el ataque contra las FARC en territorio ecuatoriano no fue producto de la casualidad, sino que estuvo perfectamente planeado, inclusive con la presencia de estudiantes mexicanos, para poder vincular a nuestro país, y con ello el terrorismo y la guerrilla, con el narcotráfico y el crimen organizado. Hay que recordar, dijo, que en ese momento estaba discutiéndose el plan Mérida, que tiene enormes similitudes con el Plan Colombia.
Ceceña expresó su coincidencia con Ángel Guerra, moderador del foro, en que Colombia es el Israel de América Latina, es decir, una plataforma para dividir y agredir a la región.