■ Pide que continúen las negociaciones con base en trato no discriminatorio y apertura

Diálogo con Cemex, solicita el gobierno de México a Venezuela

■ El ministro de Finanzas Alí Rodríguez calcula en 400 mdd el valor de las plantas de la filial

■ La compañía mexicana exigía 1,300 mdd

■ Podría “recibir nada”, advierte Morgan Stanley

De la redacción

El gobierno de México manifestó formalmente al de la República Bolivariana de Venezuela su respaldo a la petición hecha por la empresa Cementos Mexicanos (Cemex) “para que continúen las negociaciones sobre la base de los principios de diálogo, trato no discriminatorio, concertación y apertura conforme al marco legal aplicable”, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores.

La declaración del gobierno mexicano fue realizada a través de un comunicado de prensa, luego de que el embajador del país en Venezuela, Mario Chacón, denunció que Cemex no tuvo el mismo trato que la cementera francesa Lafarge, y la holandesa Holcim en las negociaciones para acordar un precio de venta de sus acciones al gobierno venezolano.

“Como gobierno respetamos la decisión de los poderes venezolanos, pero estamos obligados a velar por los intereses de nuestras empresas. Consideramos que ha habido un trato discriminatorio con Cemex y no entendemos por qué”, afirmó el diplomático mexicano.

A su vez, la Cancillería afirmó que “el gobierno de México tiene el objetivo principal de velar por los intereses mexicanos en la empresa y, en particular, asegurar que el proceso llevado a cabo por las autoridades de Venezuela se apegue al marco legal aplicable y respete el principio de trato no discriminatorio”.

Según la Cancillería, hasta ayer por la noche de los contactos sostenidos hasta el momento entre autoridades venezolanas y funcionarios de la empresa, no ha sido posible llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio.

En tanto, tropas, trabajadores y autoridades venezolanas ocuparon las cuatro plantas de Cementos Mexicanos en aquel país, al concretarse la expropiación dictada por el gobierno del presidente Hugo Chávez, una vez que no se alcanzó acuerdo con la empresa sobre la compra de sus activos, reportó en Caracas la agencia Dpa.

Por su parte, la agencia francesa Afp confirmó la noticia divulgada por La Jornada en la víspera. El lunes a medianoche, dijo, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, acompañado de trabajadores y partidarios del gobierno tomó simbólicamente el control de una planta de Cemex en el este del país.

“Se activa a partir de este momento un decreto de expropiación, y la estabilidad laboral de los trabajadores está garantizada por el Estado venezolano (...) Más allá del interés comercial se impondrá el interés de los venezolanos”, manifestó el ministro. Horas antes, el gobierno había pagado 267 millones de dólares por 89 por ciento del capital social de la cementera francesa Lafarge, y 552 millones por 85 por ciento de la holandesa Holcim, empresas con las que alcanzó un acuerdo amistoso.

Esa misma noche Cementos Mexicanos emitió un comunicado de prensa, en el que informó “que conforme a un comunicado de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), ésta procederá a la toma de control operacional de las plantas de Cemex Venezuela, en representación del gobierno de Venezuela, la noche de este lunes 18 de agosto de 2008”.

Existe un margen de 60 días de negociación todavía entre Cemex y el gobierno de Venezuela, una vez que un grupo de peritos calcule el valor de la empresa. En el caso de que las partes no llegaran a un acuerdo nuevamente, entonces se procedería a un arbitraje judicial.

El ministro de Finanzas de Venezuela, Alí Rodríguez, calculó en menos de 400 millones de dólares el valor de las plantas de la filial de Cemex en su país. “De acuerdo con las estimaciones que se hicieron, según las cotizaciones de sus acciones en la bolsa de valores de Caracas, el total no llegaría a 400 millones de dólares”, apuntó Rodríguez.

Extraoficialmente trascendió que la compañía mexicana exigía unos mil 300 millones de dólares por sus activos en Venezuela. Por su parte, el banco de inversión Morgan Stanley dijo que “el fallo en las negociaciones y la expropiación probablemente debiliten el poder de negociación de la compañía para alcanzar una valuación razonable”, e incluso opinó que Cemex “podría recibir nada”.

Por su parte, la casa de bolsa Acciones y Valores, subsidiaria de Banamex, reportó un crecimiento anual de 320.72 por ciento en la deuda neta de Cemex en el primer semestre de 2008, y una caída de 9.62 por ciento en el monto de las utilidades de la compañía, las cuales pasaron de mil 11.6 millones de dólares en la primera mitad de 2007 a 914.2 millones de dólares en el mismo periodo de 2008.

La deuda neta de Cemex aumentó de 4 mil 205.97 millones de dólares en el primer semestre de 2007, a 17 mil 695.34 millones en la primera mitad de 2008. Según Banamex, el monto de la deuda de Cemex, respecto al valor en libros de la empresa, se incrementó de 0.38 veces en junio del año pasado, a 0.94 veces en el mismo mes de este año.

Las acciones de Cemex en la Bolsa Mexicana de Valores retrocedieron ayer 2.97 por ciento en su cotización, que finalizó en 20.92 pesos, con lo cual acumularon un caída de 33 por ciento en 12 meses, y de 21.63 en lo que va de este año, más asociada a las dificultades relacionadas con una menor actividad en la industria de la construcción en Estados Unidos.