■ El pacto en la materia es mediático, para calmar al empresariado, que se alborotó: Raúl Vera
Celebra la Iglesia que la clase política dejó su “mezquindad” para dialogar sobre seguridad
Ampliar la imagen El cardenal Norberto Rivera Carrera durante la misa dominical en la Catedral Metropolitana Foto: Jesús Villaseca
La arquidiócesis de México celebró que la clase política haya dejado de lado, aunque sea por un momento, sus diferencias ideológicas y mezquindades –“a las que ya nos tiene acostumbrados”–, para sentarse en una misma mesa y trabajar unida en dos tareas que preocupan a la sociedad mexicana y que desde hace tiempo están pendientes de resolver: la seguridad y la procuración de justicia.
En el editorial de su semanario Desde la Fe, la Iglesia católica señala que no todo se puede resolver con acuerdos y estrategias, pero es importante para el país consolidar las instituciones y ofrecer a los ciudadanos un compromiso conjunto desde los tres poderes de la Unión.
Sin embargo, para el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, el Acuerdo Nacional para la Justicia y la Legalidad “no representa ningún avance” en el combate a la delincuencia, pues entre otras cosas “se habla de depurar a las policías, lo que significa que van a seguir exactamente con la misma estrategia”.
Entrevistado en San Cristóbal de las Casas, el obispo Vera señaló que mientras no se llegue a un acuerdo político amplio con todos los sectores y que se incluya en su totalidad a la sociedad civil, ningún pacto tendrá futuro. “Si estamos hablando de recuperar al país, la sociedad civil completa tiene que tener un espacio”, aseveró.
“Podemos decir que se está hablando de un concepto del derecho y la seguridad nada más hacia un sector de la sociedad, porque al mismo tiempo, ese mismo día que se firmó el acuerdo, se estaba dictando una sentencia de 45 años más en contra de Ignacio del Valle (líder del movimiento atenquense del estado de México), un luchador social. Entonces, ¿para quién se va a buscar seguridad y a costa de qué? Lo que abunda en las declaraciones es la purificación de los cuerpos policiacos, pero eso no es novedad, lo vienen diciendo desde hace rato”, manifestó Vera López.
Agregó: “no le auguro nada positivo, no tiene ningún avance, es mediático, es un deseo de calmar al empresariado –la parte que los soporta–, que se les alborotó; lo que quieren es calmar las cosas, es más propagandístico que otra cosa. Es lo mismo que se hizo al sacar al Ejército Mexicano a las calles: decirle a los inversionistas que hay seguridad”.
En tanto, la arquidiócesis de México consideró que pese a que todavía no se realiza la marcha multitudinaria –convocada para el próximo sábado–, la sociedad civil ya logró que los políticos –“tan divididos por ideologías e intereses partidistas”– se hayan reunido para pensar juntos en el futuro de la nación.
En el editorial, la publicación analiza el comportamiento general que han tenido diversos actores de la sociedad en los temas de inseguridad, delincuencia y respeto al estado de derecho. Así, dice, los medios de comunicación, particularmente las televisoras, se han convertido en el más “deprimente espectáculo de los antivalores y de la falta de superación y compromiso”.
De los sindicatos señala que éstos se han convertido en verdaderas escuelas de corrupción y no sólo gozan de impunidad, sino que son, de hecho, espacios vedados para la justicia, donde los líderes disfrutan de más privilegios y fueros que todos los demás mexicanos, además de ser intocables y manipuladores.
Respecto de la educación pública, considera que ésta sigue siendo una tarea pendiente al no cumplir con su papel de impulsar el desarrollo cultural. De los empresarios señala que éstos deben estar más ocupados en hacer de México un país más justo.