La Jornada Olímpica
■ El estadunidense y el jamaiquino poseen 10 marcas del orbe en total
Los anfitriones dominaron, pero fueron los juegos de Phelps y Bolt
Pekín, 24 de agosto. Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, que concluyeron este domingo, quedarán en la historia como una fiesta deportiva bien organizada, con dominio claro de China en el medallero, pero sobre todo con dos nombres propios: Michael Phelps y Usain Bolt.
Nunca unos juegos habían tenido dos estrellas de tal calibre al punto de ensombrecer al resto de participantes.
El nadador estadunidense Michael Phelps logró ocho medallas de oro –con siete marcas del orbe incluidas y una olímpica–, para superar el récord de triunfos de un deportista en una edición, que estaba en poder Mark Spitz, también de ese país, desde Munich 1972.
Por su parte, el atleta jamaiquino Usain Bolt, con apenas 22 años, se convirtió en el rey absoluto de la velocidad, al ganar las preseas de oro en 100, 200 y el relevo 4x100 metros, a las que acompañó con sendos récords del mundo.
En los meses anteriores a la justa, mientras a escala internacional se prodigaban las manifestaciones en contra de China por su política en materia de derechos humanos, sobre todo en el Tíbet, las autoridades del país asiático soñaban con que el aspecto deportivo fuera el protagonista en Pekín 2008.
Las gestas de Phelps y Bolt ayudaron a ese objetivo. El nadador estadunidense no sólo batió la cantidad de oros lograda en una sola edición, sino que además sumó 14 títulos entre Atenas 2004 y Pekín 2008, lo que constituye un récord, ya que hasta ahora cuatro deportistas compartían esa plusmarca, con nueve triunfos.
“Mi participación en los juegos sólo ha sido una montaña rusa, no ha sido más que diversión. Lo más importante es que nada es imposible, sólo se necesita imaginación”, dijo el nadador tras su hazaña.
Phelps y sus siete récords fueron la punta del iceberg de unas competencias de natación en las que se superaron 25 plusmarcas mundiales.
En tanto, Bolt hizo hazañas inimaginables. Primero superó en tres centésimas el récord del mundo que él mismo poseía en 100 metros, de 9.72 a 9.69; después mejoró el de 200, realizando 19.30, al bajar dos centésimas el registro del estadunidense Michael Johnson, que databa de Atlanta 1996.
Por último, batió el récord del mundo de 4x100 metros, con el relevo de Jamaica (37.10), uniéndose en la lista de leyendas a los estadunidenses Jesse Owens (1936), Bobby Morrow (1956) y Carl Lewis (1984) como los únicos atletas en haber logrado el triplete en velocidad.
“El récord de 100 metros será mejorado, pero el de 200 será de mi propiedad para siempre”, dijo Bolt.
El joven atleta fue además el símbolo del dominio jamaiquino en las pruebas de velocidad, que usurpó el lugar reservado hasta ahora a Estados Unidos.
Jamaica logró por primera vez seis medallas de oro, todo un récord para la isla, de 2.7 millones de habitantes. A las tres doradas de Bolt se unieron los triunfos femeninos de 100 metros (Shelly Ann Frazer), 200 metros (Veronica Campbell) y Melaine Walker (400 metros con vallas).
Estos dos nombres oscurecieron la labor de hormiguita de colección de medallas que hizo China, que sin tener estrellas como Bolt o Phelps sumó oros en disciplinas menos “glamurosas”, para arrasar en el medallero con 51 oros, delante de Estados Unidos, que ganó 36.
De nada sirvió a los estadunidenses superar a los chinos en número de medallas (110 frente a 100), e incluso aumentar la cantidad de doradas que tuvo en Atenas 2004 (35), ya que los asiáticos habían decidido ganar, y lo hicieron.
Pero no todo fue felicidad para China, ya que sus dos iconos, sus ídolos de masas, Liu Xiang, especialista en 110 metros vallas, y el basquetbolista Yao Ming, decepcionaron.
El primero renunció cuando se aprestaba a tomar la salida por una lesión en el pie y el segundo fue eliminado en cuartos de final del torneo.
Yao Ming fue el símbolo de la atracción que generan el baloncesto, el futbol o el tenis, disciplinas que sin tener la etiqueta de olimpismo puro, por su carácter profesional, son los que más atraen a las masas.
El balompié y el título ganado por Argentina, liderada por sus estrellas Leo Messi y Kun Agüero, que ganó el oro con cierta facilidad, fue un ejemplo de su atractivo, siendo el deporte que más público reunió.
Muchos espectadores se vieron atraídos por la selección brasileña de Ronaldinho, pero el jugador del AC Milan no pudo dar a la verdeamarelha el oro soñado, que nunca ha ganado, y se tuvo que contentar con el bronce, después de haber sido goleado en semifinales por los albicelestes (3-0).
Si en futbol ganó Argentina, en basquetbol lo hizo el dream team de Estados Unidos, liderado por sus megaestrellas Kobe Bryant y LeBron James, que aplastó a todos sus rivales, incluido España, con Pau Gasol en la final (118-107).
La otra estrella mediática fue el tenista español Rafael Nadal, quien ganó oro, que se sumó a su puesto de número uno mundial, el 18 de agosto.