■ Álvaro Mutis no festejará su 85 aniversario

“La vida es la vida y todos los años cuentan”

Dpa

Al escritor colombiano Álvaro Mutis, premio Cervantes 2001, no le importa cumplir 85 años este 25 de agosto. Es más, aclara, “nunca celebro (los cumpleaños)”. En tanto, prefiere centrarse en el que será su siguiente libro: una aventura más de Maqroll, El Gaviero.

Mutis (Bogotá, 1923), una de las plumas más influyentes de la lengua castellana, aseguró que no cuenta su vida por años, éxitos ni fracasos.

“Es un principio que tengo”, porque “la vida es la vida y todos cuentan”, explicó el también periodista, ganador de prestigiosos premios como el Príncipe de Asturias de las Letras y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, ambos en 1997.

Otros llegaron mucho antes. Como el de Médici de Francia, que recibió en 1989 “por mejor obra”, y el Nacional de las Letras de Colombia de 1974, entre otros de una larga lista.

Lejos de festejos, el autor de La nieve del almirante, padre de cuatro hijos, se concentra en dar forma a una novela, cuyo título aún no conoce y que estará lista “en año y medio”.

En ella, Maqroll, su personaje más célebre y el que abarca casi toda su producción literaria, “pierde su trabajo en un barco y así, al quedarse sin empleo, se da cuenta de lo que significa vivir en tierra”, planteó Mutis, amigo entrañable de otro colombiano, el escritor Gabriel García Márquez, primer lector de sus galeras.

Sin embargo, Mutis, quien pasó su niñez entre colegios belgas y la finca cafetalera colombiana de su familia materna, siempre presente en su obra, conoce la adversidad desde pequeño: su padre, Santiago, diplomático de carrera, murió cuando él tenía nueve años.

En su juventud, según confesó el escritor, “el billar y la poesía pudieron más”, por lo que nunca concluyó sus estudios de bachillerato.

Por años combinó la poesía con el periodismo, la locución y la publicidad en Colombia y México, donde al llegar, en 1956, hizo amistad, entre otros, con el director español Luis Buñuel y los escritores Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska y Juan José Arreola.

Otro de sus grandes amigos fue el único Nobel de Literatura mexicano, Octavio Paz (1914-1998), con quien sostenía largas charlas sobre lírica y literatura.

“Octavio me abrió las puertas cuando yo era perseguido por el régimen militar de mi país”, afirmó el creador de Diario de Lecumberri, resultado de su reclusión en esa prisión mexicana, acusado de fraude. En 1960, Mutis fue exculpado.