■ Luego de 20 años juntos, Raúl Briseño se deslinda de su antecesor y padrino, Raúl Padilla
Rompe rector de la UdeG con el grupo que lo llevó al cargo
■ Acusa al presidente de la Feria Internacional del Libro de desviar a la universidad de sus fines
■ Disputa por el presupuesto más cuantioso en la historia de la institución: 7,148 millones de pesos
Ampliar la imagen El rector de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño, se deslindó del grupo de su antecesor, Raúl Padilla López, a quien acusó de haber desviado a la institución de sus objetivos Foto: La Jornada Jalisco
Guadalajara, Jal., 25 de agosto. El rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Carlos Briseño Torres, rompió hoy de manera pública y definitiva con el ex rector Raúl Padilla López, a quien acusó de usar la hegemonía política que ha mantenido en la institución durante 20 años para financiar su ambiciones político-partidistas, mientras las preparatorias y facultades carecen de instalaciones dignas y en cada ciclo escolar la mayoría de aspirantes son rechazados por falta de cupo.
“No podemos distraer recursos del presupuesto universitario en obras que son capricho de Raúl Padilla”, dijo Briseño Torres este lunes en rueda de prensa, luego de entregar a la Comisión de Hacienda del Consejo General Universitario (CGU) una ampliación presupuestal de mil 135 millones 738 mil pesos, que, sumada al original, sumará un ejercicio de 7 mil 148 millones 982 mil pesos este año, lo cual la consolida como la entidad de mayor presupuesto en Jalisco después del gobierno estatal, por encima de los ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan.
Raúl Padilla López –quien además de ser presidente de la Feria Internacional del Libro y del Festival de Cine en Guadalajara administra un consorcio de empresas universitarias entre las que destacan hoteles en el bosque La Primavera y en la ribera del lago de Chapala, el club deportivo, el teatro Diana y el Auditorio Metropolitano Telmex– pretendía usar parte del presupuesto ampliado para más proyectos culturales, pero en la iniciativa presentada por Briseño Torres ni uno de los mil 135 millones de pesos se destinó para este rubro, lo que muestra que el principal motivo de la disputa es el control del presupuesto más grande en la historia de la UdeG.
“Las funciones sustantivas de la UdeG, lo que el pueblo de Jalisco y la comunidad universitaria quieren, es tener mejores salones, baños dignos, laboratorios equipados, reactivos para los experimentos, recursos para la investigación científica, apoyos didácticos para que los profesores puedan impartir clases con tecnología moderna e Internet –dijo Briseño Torres–. Creo que Jalisco y la UdeG no se merecen una inversión cuantiosa en obras que no pertenecen a los rubros sustantivos. Es un orgullo para Jalisco contar entre sus activos con un auditorio como el llamado Auditorio Telmex, pero no es función de la universidad estar en la farándula ni andar organizando conciertos de Lupita D’Alessio, por más que nos guste la música de la leona dormida.
“El rector general de la UdeG –dijo Briseño en referencia a él mismo– perteneció al grupo político que comandaba Raúl Padilla. Mi experiencia como rector en estos 16 meses ha sido una enseñanza intensa: me he dado cuenta del daño enorme que Raúl Padilla le ha hecho a la UdeG, al desviar a la institución de sus nobles propósitos. Le reconozco a Raúl Padilla haber impulsado cambios importantes hace 20 años en esta institución, cuando lo acompañé, porque creí en su proyecto para transformar la universidad. Debo decir con claridad y de cara a la sociedad y a la comunidad universitaria: el proyecto al que nos convocó Raúl Padilla cuando llegó a la rectoría, desplazamos a un grupo enquistado en la UdeG y propusimos una reforma integral, se pervirtió en el camino.
“Raúl Padilla formó un grupo de poder que, por encima de la norma y de los espacios institucionales, ha decidido en los últimos 20 años asuntos que le competen a la comunidad universitaria. No seguirá siendo ése el proceder. El rector general ha asumido plenamente un compromiso con la comunidad. No pertenezco más al grupo de Raúl Padilla ni reconozco liderazgo político en él. Mi único patrón se llamaUdeG”, dijo este lunes Briseño.
Agregó que su iniciativa de presupuesto ampliado deberá ser discutida pública e institucionalmente, lo que implicará un cambio, pues antes los presupuestos se definían “en las oficinas del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (que preside Raúl Padilla) o en San Juan de los Lagos 111, aquí en Guadalajara, donde habita el licenciado Padilla Lopez.
“Nunca más el presupuesto de la UdeG se definirá en reuniones de grupos políticos o en las casas de quienes pudieran tener influencia política en la institución”, sentenció.
Interrogado sobre los motivos que lo llevaron a romper con Padilla López después de dos décadas, el rector dijo que había optado por “la prudencia”, pero decidió marcar su distancia ante la posibilidad de ser destituido en la próxima sesión del Consejo General Universitario, órgano controlado por Padilla López, quien “está reuniéndose con miembros de la comunidad universitaria, consejeros y directivos en su domicilio y en su oficina del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo”, aseguró.
Del compadrazgo a la rivalidad
Briseño creció en la UdeG a la sombra de Padilla López, con quien además comparte un pasado de dirigente estudiantil.
Cuando Padilla llegó a la rectoría, en 1989, Briseño Torres fue designado su vocero oficial y con los años ocupó diversos cargos, entre ellos la rectoría del Centro Universitario de La Ciénega y la secretaría general de la UdeG, puesto que fue su trampolín para llegar a la rectoría general impulsado por el mismo líder.
Durante los primeros meses en el cargo, Briseño reconoció a Padilla como su padrino político. Aseguraba que le debía fidelidad y que estaban unidos por una larga amistad y un compadrazgo.
Priísta prominente en Jalisco, Briseño Torres fue uno de los principales impulsores de la candidatura de Arturo Zamora Jiménez a la gubernatura, pero cuando éste perdió se acercó al panista Emilio González Márquez.
“Por la universidad hasta con el diablo haría pactos”, dijo en alguna ocasión para justificar su notoria cercanía con el nuevo gobernador del blanquiazul, la cual ha sido calificada de verdadera luna de miel que ha logrado cuantiosos recursos para la UdeG.
Esa cercanía casi incondicional dio pie a los primeros señalamientos de rectores de centros universitarios afines a Padilla López.
Lo que precipitó el rompimiento fue la denuncia que Briseño presentó ante la Procuraduría de Justicia y la Contraloría del estado por presuntas irregularidades en el programa de donación de órganos en el Hospital Civil de Guadalajara, organismo público descentralizado que recibe fondos de la UdeG y del gobierno estatal.
El bloque padillista ha emprendido una guerra de desplegados en los que asegura que Briseño buscará la gubernatura en 2012.