■ Llegar al instituto no es premio de consolación, señala

Asume Eduardo Sojo como integrante de la junta de gobierno del Inegi

Georgina Saldierna y Andrea Becerril

Después de protestar ante la Comisión Permanente como miembro de la junta de gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) –primer paso para presidir el organismo–, Eduardo Sojo rechazó ayer que este cargo sea un premio de consolación y desmintió que haya beneficiado a familiares con concesiones de gasolineras.

Resaltó que su familia no tiene centros de distribución de combustible, pero sí los parientes de su esposa, desde hace seis o siete años. Según el ex secretario de Economía él no intervino en la obtención de la franquicia. “Ellos la solicitaron y como a cualquier mexicano se les dio”, afirmó.

También resaltó que sus parientes directos se dedican a la fabricación de calzado desde hace mas de 50 años y que los de su consorte tienen sólo una gasolinería de tres bombas, y eso es todo lo que hay en este sentido.

Sojo insistió en que no favoreció a estas personas y que hoy cualquier mexicano que desee solicitar una franquicia de este tipo simplemente llena los requisitos y se le otorga. En este contexto agregó que existen alrededor de 7 mil franquiciantes en este sector.

El ahora miembro de la junta de gobierno del Inegi consideró como una gran distinción que lo hayan nombrado integrante del citado organismo. “El Instituto es un organismo importante en el desarrollo del país, es una enorme distinción y se que viene de la mano de una gran responsabilidad”, enfatizó.

Agregó que el nuevo titular de Economía “va a ser un buen secretario”.

Por último, rechazó que llegue al Inegi para maquillar cifras y resaltó que el instituto tiene que trabajar para que la información sea más confiable, transparente y sea resultado de la aplicación de la mejor metodología. “Eso es a lo que estamos comprometidos a hacer junto con la junta de gobierno”, puntualizó Sojo.