■ Quiere “calentar” la rivalidad contra los paisanos de Pacquiao
Édgar Sosa defenderá su cetro minimosca ante el filipino Sonny
■ Promocionó la función Batalla en la capital II en la Arena México
El campeón mexicano Édgar Sosa quiere consagrarse y por eso pidió un retador más peligroso para su sexta defensa del cetro minimosca. El elegido fue el noqueador filipino Sonny Boy Jaro, porque además quiere “calentar” la rivalidad contra los paisanos del difícil Manny Pacquiao.
“Hay que darles duro en la cabezota (a los filipinos) por los mexicanos a los que ha vencido Pacquiao. Nos llevan ventaja porque nos están ganando en peleas de título mundial, pero hay que empezar a nivelar el récord contra ellos”, dijo el monarca de 29 años durante la conferencia para promocionar la función Batalla en la capital II, en la Arena México el 27 de septiembre.
La desventaja ante el boxeo del país asiático no es porque se haya deteriorado la calidad de los exponentes nacionales, aseguró Sosa, sino sencillamente porque así de azaroso es este deporte y a “nosotros nos ha tocado perder pero ahora les toca a ellos”.
Tras la eliminatoria en la primera edición de Batalla en la Capital, que se llevó a cabo en el Palacio de los Deportes en junio pasado, surgió el aspirante obligatorio al título minimosca, el filipino Juanito Rubillar.
Sin embargo, Sosa exigió un retador de mayor nivel boxístico y más peligroso sobre el cuadrilátero, cualidades que favorecieron a Sonny Boy Jaro, quien trae una estela de 40 peleas –28 victorias, l7 por la vía del nocaut–, que lo ubican séptimo en la clasificación del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
El mexicano que no es que “no le haya llenado el ojo” el retador obligatorio, sino simplemente quería demostrar su calidad ante un rival de mayor peligro, y por eso solicitó la pelea opcional al CMB.
“Fue para dar un mayor espectáculo, porque la gente quiere peleas complicadas y más competitivas”, sostuvo.
Destacó que Sonny Boy es un rival muy complicado y de pegada poderosa, que pelea al contragolpe, por lo que ha estudiado los puntos débiles del contrincante para equilibrar el combate.
“Hay que evitar el poder de sus puños. No sabe caminar hacia atrás, abre demasiado la guardia y anuncia los golpes. Estoy trabajando para contrarrestarlo con velocidad y golpes curvos por dentro”, agregó Sosa.
No ocultó su entusiasmo por el retorno del boxeo a la Arena México, donde inició su carrera como profesional ante César González en abril de 2000, en una pelea que contrastaba su incipiente récord de 18 combates como amateur ante los 80 que acumulaba su rival.
“Me trae grandes recuerdos regresar al escenario histórico que me vio crecer desde que empecé, por mis primeras peleas y por las que pude ver ahí en la México”, dijo, y confió en que pese a los costos de las localidades –que van de 50 pesos hasta 2 mil pesos en ring side–, esperan agotar las 16 mil localidades del inmueble.
El cartel lo completa el mexicano Reyes Sánchez en su intento por arrebatar el cinturón al francés Ali Chebah, y la campeona internacional femenil Mariana Juárez, quien expondrá el título ante la inglesa Suszannah Warner.