Usted está aquí: viernes 29 de agosto de 2008 Mundo Convoca Obama a no dar marcha atrás; EU, “en un momento decisivo”

■ Acepta la nominación demócrata a la Casa Blanca y sostiene: “no podemos caminar solos”

Convoca Obama a no dar marcha atrás; EU, “en un momento decisivo”

■ Avalancha de promesas: recortar impuestos, abatir la dependencia del petróleo de Medio Oriente, invertir en fuentes de energía barata, maestros bien pagados, el fin “responsable” de la guerra...

De la redacción

Ampliar la imagen Al concluir Barack Obama su discurso de aceptación a la candidatura demócrata por la presidencia de Estados Unidos, subieron al escenario su esposa, Michelle, y sus hijas Malia y Sasha (extremo derecho), así como su compañero de fórmula Joe Biden con su esposa, Jill Al concluir Barack Obama su discurso de aceptación a la candidatura demócrata por la presidencia de Estados Unidos, subieron al escenario su esposa, Michelle, y sus hijas Malia y Sasha (extremo derecho), así como su compañero de fórmula Joe Biden con su esposa, Jill Foto: Reuters

Denver, 28 de agosto. “América, no podemos dar marcha atrás. No con todo el trabajo que está pendiente. No con tantos niños a los que educar, con tantos veteranos a quienes cuidar. No con una economía qué sanar, ciudades qué reconstruir y granjas qué salvar. No con tantas familias que debemos proteger y tantas vidas que tenemos que reparar. América, no podemos dar marcha atrás. No podemos caminar solos. En este momento, en esta elección, debemos comprometernos con el futuro. Tenemos que cumplir la promesa –la promesa americana– y apoyarnos firmemente en las palabras de las Escrituras y en nuestra esperanza. Gracias. Dios bendiga a América”.

Este fue el broche de oro con que el demócrata Barack Obama cerró el discurso en que aceptó formalmente su nominación como el primer candidato afroestadunidense a la presidencia de Estados Unidos, al que siguieron estridentes ovaciones acompañadas por fuegos artificiales y música.

Un argumento de los republicanos contra Obama es su calidad de “celebridad”, basada en su talento especial para la oratoria y su retórica particularmente sentida y equilibrada. Obama constató dicha creencia, opacó a los oradores más aplaudidos de la Convención Nacional Demócrata. El candidato parece capaz de modular su voz y pausar con el mejor efecto posible, ser irónico sin sonar cínico, darle profundidad a un chiste, y hacer que frases simples y gastadas suenen como verdaderas consignas de guerra.

La promesa americana, amenazada nuevamente

Tras aceptar la candidatura, Obama lanzó de lleno su mensaje. “Nos encontramos en uno de esos momentos decisivos, cuando nuestra nación está en guerra, nuestra economía es un desastre y la promesa americana está amenazada nuevamente. Hoy más estadunidenses están desempleados o trabajan más por menos. Han perdido sus hogares o ven sus casas devaluarse.

“Esto no es completamente culpa del gobierno, pero la falta de respuesta es el resultado de las políticas fracasadas de Washington y las fallidas decisiones de (el presidente republicano) George W. Bush.

“Somos mejores que estos últimos ocho años. Somos más decentes que dejar que una mujer a punto de retirarse sienta que si se enferma de nada le habrá servido una vida de trabajo duro. Tenemos más compasión que un gobierno que permite que sus veteranos duerman en las calles, que familias caigan en la pobreza y que una ciudad importante se ahogue ante nuestros ojos”.

Obama recordó el pasado del candidato republicano, John McCain, como prisionero de guerra en Vietnam, pero también que ha apoyado las iniciativas de Bush más de 90 por ciento de las veces, y su afirmación de que Estados Unidos sufría una “recesión mental” y que se había convertido en “una nación de chillones”.

“No creo que a McCain no le importe lo que pasa en la vida de los estadunidenses; sólo creo que no se ha enterado. De no ser así, ¿por qué definiría como clase media a alguien que gana menos de 5 millones de dólares al año? ¿Por qué propondría cientos de multimillonarias exenciones fiscales para corporaciones y petroleras sin restarle un centavo a los impuestos que pagan cien mil estadunidenses?”

El demócrata aseguró que su contrincante comulga con la vieja idea neoliberal de que si los privilegiados se enriquecen, los beneficios “escurren” hasta quienes están en el cimiento de la pirámide, mientras los demócratas consideran que el progreso se refleja en una economía que “honra la dignidad del trabajo”.

Después, Obama hizo promesas concretas que provocaron júbilo en el público.

“Recortaré los impuestos –en 95 por ciento– a las familias trabajadoras, porque con la economía como está lo último que se debe hacer es subirle impuestos a la clase media”.

“Por nuestra economía, nuestra seguridad y el futuro del planeta, prometo que en diez años se habrá terminado nuestra dependencia de petróleo proveniente de Medio Oriente”.

“Invertiré 150 mil millones de dólares en la exploración de fuentes de energía baratas y sustentables, lo que generará cinco millones de nuevos empleos bien remunerados que no podrán ser llevados al extranjero”.

“Reclutaré un ejército de nuevos maestros bien pagados y a cambio exigiré los más altos estándares educativos”.

Admitió que “estos planes costarán mucho dinero, y he explicado cómo pienso pagar hasta el último centavo: no sólo será eliminando las trampas fiscales de las corporaciones y los subsidios, sino que revisaré línea por línea el presupuesto federal, eliminando programas que ya no funcionan y volviendo más eficientes los que sí. Porque no podemos enfrentar los retos del siglo XXI con la burocracia del siglo XX”.

Obama, quien se opuso desde un comienzo a la invasión a Irak, prometió que pondría “fin responsablemente a la guerra”, pero dijo que también terminaría la lucha contra Al Qaeda en Afganistán y que estaría dispuesto a usar el poder militar estadunidense cuando fuese necesario.

“Como comandante en jefe, nunca dudaré en defender a este país, pero sólo enviaré a nuestras tropas al peligro con una misión clara y con el compromiso sagrado de darles el equipamiento necesario en la batalla, y el cuidado y los beneficios que merecen cuando regresen a casa”, afirmó.

Llamó a los republicanos a hacer de lado las posturas tradicionalmente partidistas.

“No estaremos de acuerdo en el problema del aborto, pero seguramente podemos acordar algo que reduzca los embarazos no deseados. La realidad de la tenencia de armas será diferente para cazadores en Ohio que para quienes viven entre pandillas en Cleveland, pero no me digan que no podemos conservar las AK-47 lejos de los criminales. No coincidimos en cuanto al matrimonio de parejas del mismo sexo, pero seguramente estamos de acuerdo en que nuestros hermanos y hermanas homosexuales merecen visitar a la persona que aman en el hospital y vivir libres de discriminación. Hay volatilidad en cuanto a la inmigración, pero no sé de nadie que se beneficie si una madre es separada de su bebé o si un patrón se ahorra dinero contratando mano de obra ilegal. Esto también es parte de nuestra promesa: que en una democracia podemos tender puentes y unirnos en un esfuerzo común”, sostuvo Obama ante un estruendoso de aplauso, antes de que su compañero de fórmula Joe Biden y sus respectivas familias se le sumaran en el estrado.

 
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