■ Presentó Cántaros y Juegos sonoros, dos discos de piezas de cámara
La música es como la comida: hay que probar nuevos sabores, dice Jorge Córdoba
Para el compositor Jorge Córdoba Valencia, la música es como la comida: uno debe atreverse a probar nuevos sabores para educar el paladar y ampliar así su sentido del gusto.
De allí su interés por promover el acercamiento sin prejuicios hacia la música contemporánea, convencido de los atributos y valores estéticos, emocionales e intelectuales que esta vertiente ofrece.
También director de orquesta y coral, así como docente, el creador presentó la noche del miércoles un par de discos compactos con obra suya, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, acto en el que participaron el flautista Horacio Franco y el trombonista Julio Briseño, así como Javier Platas, experto en arte sonoro.
Cántaros y Juegos sonoros son, respectivamente, los títulos de dichos materiales, los cuales recopilan piezas de música de cámara. El primero es una remasterización del primer álbum realizado por el compositor, en tanto que el segundo compila los cinco primeros discos que grabó en formato de larga duración.
La aparición de estas grabaciones sirve de preámbulo a una nueva que el autor presentará en noviembre, la cual contendrá música para cuarteto de cuerdas, grabada por el Cuarteto Latinoamericano, y música para marimbas chiapaneca y de concierto, interpretada por Javier Nandayapa.
Tendrá, asimismo, piezas para flauta y guitarra, grabadas por Aníbal Robles y Juan Carlos Laguna; para trompeta y piano, a cargo de José Oviedo y Carlos Alberto Pesero, y coral, en la que participó el Coro de la Escuela Superior de Música.
De acuerdo con Jorge Córdoba, “hay buen público que conoce este tipo de música (la contemporánea), pero la mejor difusión se hace de boca en boca. Hay un mercado correspondiente a nuestra educación musical”.
A su parecer, los medios de comunicación no han advertido su papel como fuente generadora de gustos estéticos musicales. “Haciendo una analogía con la comida –considera–, es como si todos los días se comiera un tipo de comida y no se animan a comer lo demás, porque no sale en la televisión”.
Durante la presentación, Julio Briseño destacó que Jorge Córdoba no es de los compositores que se dedican sólo a dar sonidos agradables al oído. Horacio Franco, por su parte, lo ubicó como un creador “muy raro” en este siglo.
“En el siglo XVIII, los compositores eran los intérpretes, pero Jorge, pese a que no siguió una carrera de solista, entiende lo que son las habilidades de los instrumentos; resuelve problemas técnicos aunque no sea un consumado flautista o pianista”, explicó Franco.