■ Protestas en lugares con violencia escasa hasta hace poco
Marchan 84 mil contra el hampa en los estados
En las principales ciudades de los 31 estados del país, decenas de miles de ciudadanos respondieron al llamado de organizaciones sociales, empresariales y de algunos medios de comunicación, para marchar contra la violencia y la impunidad.
Vestidos con prendas blancas y portando velas o veladoras encendidas, recorrieron las calles en silencio; finalizados sus recorridos, encendieron sus luminarias y entonaron el Himno Nacional.
No hubo discursos ni pronunciamientos, pero exhibieron pancartas en las que reclamaron a los tres niveles de gobierno los homicidios, los índices delictivos, los allanamientos por parte de efectivos del Ejército y la complicidad que algunos de ellos tienen con los narcotraficantes.
“¡Ya basta. Los sinaloenses queremos paz y tranquilidad!”, decía una manta en la marcha efectuada en Culiacán, una ciudad azotada por los ajustes de cuentas entre las bandas del crimen organizado. En lo que va del año, unas 700 personas han sido asesinadas; entre ellos 76 agentes policiacos y de las fuerzas armadas. En Mazatlán unas mil 500 personas caminaron 10 kilómetros.
La aparición de 11 cadáveres decapitados en Mérida y otro en la zona conurbada el jueves pasado influyó en el ánimo de los yucatecos para marchar. Casi 5 mil personas lo hicieron desde la Zona Rosa hasta el Monumento a la Patria.
Pocos duranguenses salieron a las calles, pese a que horas antes ocurrió en la capital del estado el hallazgo de dos mujeres decapitades; fueron unas mil 500.
Tijuana, Baja California, castigada también por el crimen organizado, hizo sentir su molestia con unas 4 mil personas que caminaron 10 kilómetros. “Se extravió el 3 de julio. Freddy Vázquez”, “Justicia y Derechos (pura propaganda) no te dejes engañar por ratas y extorsionistas”, decían algunas mantas y pancartas. En Ensenada, más de 3 mil personas participaron.
En Ciudad Juárez, Cuauhtémoc y Parral, Chihuahua, se criticó a las autoridades porque el hampa en los meses recientes “ha cobrado vidas como no se veía desde la Revolución”.
Unas 8 mil personas se dieron cita en Monterrey, Nuevo León, donde demandaron, escrito mediante, “un compromiso visible y comprobable del Ejecutivo, al menos tres horas al día, para que la seguridad se convierta en la prioridad del gobernador”.
Siete mil habitantes de Aguascalientes se manifestaron y en las consignas de sus mantas y pancartas resaltaba una que decía: “Felipe Calderón, si no puedes, lárgate”.
Casi 7 mil guanajuatenses salieron en León, Irapuato, Guanajuato, San Miguel de Allende y Celaya.
Aun en ciudades donde hasta hace poco la violencia era mínima hubo marchas, como Toluca, estado de México. Unas 800 personas dedicaron su caminata a los hermanos Derbez, asesinados esta semana. Más de 5 mil personas participaron en los municipios del oriente mexiquense: Nezahualcóyotl, Tecámac, Ixtapaluca, Texcoco y Chimalhuacán.
Unas 4 mil personas se unieron a la protesta en Colima, donde oficialmente se reporta sólo un secuestro en lo que va del año, cuya víctima fue liberada sana y salva. Pero la señora María Luisa Mata participó en la marcha para exigir que le entreguen a su hijo César Amezcua, de 39 años, “vivo o muerto”, quien desapareció junto con dos amigos el 28 de marzo.
Porque “son mejores las gotas de lluvia que las balas de la delicuencia organizada”, un aguacero no impidió marchar a un centenar de personas en la capital de Tlaxcala. En Apizaco desfilaron más de 700. En Saltillo, Coahuila, más de 2 mil personas se manifestaron en medio de un chubasco.
Nueve mil personas recorrieron la capital de Michoacán; 7 mil en la capital de Querétaro, donde María de Lourdes Piña pidió que el caso de su hermano secuestrado y asesinado hace un mes no quede impune.
Dos mil en Oaxaca. “Se solicita autoridad en Oaxaca”, decían una pancarta. En San Luis Potosí mil 200 personas se unieron a la marcha y en Zacatecanos, mil.
En Tabasco unas mil personas reccorieron calles de Villahermosa y soltaron globos blancos. En Pachuca, Hidalgo, cerca de mil 500 personas acudieron en silencio a rechazar la creciente violencia.
Las protestas menos nutridas fueron en Tapachula, Chiapas, que reunió 120 personas; Chetumal, Quintana Roo, donde sólo acudieron 300; Campeche, con 500; además de Acapulco, Taxco, Iguala y Zihuatanejo, en Guerrero, donde pidieron la pena de muerte para los criminales y alto a la impunidad.