■ El líquido, extraído directamente del grifo; llega a estar contaminado con heces fecales
Tema sanitario, la mala calidad del agua embotellada, según Cofepris
■ La mayoría de las empresas purificadoras no cumplen con la NOM en la materia, señala
Ampliar la imagen Los procesos de la mayoría de empresas no garantizan que el líquido esté purificado Foto: Archivo
La mala calidad del agua embotellada es un problema sanitario nacional, advirtió Miguel Ángel Toscano Velasco, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Aseguró que las personas que compran garrafones en los negocios de las colonias, están tomando en el mejor de los casos, agua de la llave, y en el peor, un líquido contaminado con heces fecales.
La mayoría de las empresas purificadoras del vital líquido no cumplen con la norma oficial mexicana (NOM) en la materia, en particular con los ocho procedimientos indispensables para garantizar agua purificada.
En entrevista, Toscano también habló de la alerta surgida hace unas semanas en un hotel de cinco estrellas de Nayarit, donde a causa de la deficiente calidad en los procesos de limpieza de las verduras, se detectó un caso de salmonelosis. Señaló que la Cofepris ordenó la revisión de 33 hoteles y más de 100 establecimientos donde se vende comida en esa entidad.
Destacó, sin embargo, que acciones similares deberán realizarse en los sitios turísticos del país, ante la falta de certeza sobre la limpieza para preparar alimentos. También afirmó que al menos la mitad de las salsas que se elaboran en hoteles, restaurantes y el comercio informal contienen bacterias.
Lo anterior porque las salsas son un “foco de infección natural” porque no se refrigeran, están en las mesas todo el día y los recipientes sólo se rellenan. Explicó que los mexicanos “tenemos una resistencia bacteriana fuerte, por lo que tal contaminación no nos hace nada. El problema es con los turistas extranjeros que con frecuencia se enferman mientras están en territorio nacional”.
El caso de Nayarit, dijo, era el de una niña de siete años. Una vez que se reportó a la Cofepris, se procedió a la verificación y los inspectores encontraron que las verduras no estaban limpias.
Luego de participar en el coloquio Estratégico de la Industria Farmacéutica, en Puerto Vallarta, Jalisco, Toscano informó que la comisión que encabeza realiza un proyecto de reforma de la NOM, cuya innovación será exigir un certificado de calidad –similar al ISO 9000– a las empresas que dicen vender agua purificada.
La alerta del organismo dependiente de la Secretaría de Salud (Ssa) se derivó de una denuncia hecha por la Asociación de Agua Purificada en Coahuila. Como instancia responsable de la vigilancia sanitaria en el país, la Cofepris verificó 21 plantas ubicadas en la ciudad de Monclova, de las cuales siete fueron suspendidas.
Resaltó que al día siguiente y sólo porque “les dio la gana”, cuatro de esos negocios reabrieron sus puertas, por lo que se ordenó su clausura.
Al explicar la problemática que enfrenta el país en este tema, el funcionario comentó que para poder operar, las empresas purificadoras sólo emiten un aviso a los servicios estatales de salud.
Sin embargo, la información sobre el número de estas empresas no existe y tampoco se sabe cuántas personas han resultado afectadas por consumir agua. Sólo en Coahuila hay más 100 purificadoras y la Cofepris revisó apenas 21 localizadas en Monclova.
Toscano reconoció que en estas condiciones, las verificaciones “no sirven para nada”. De ahí la necesidad de modificar la NOM para obligar a los dueños a hacer su programa de certificación, a través del cual deberán obtener un sello de un tercero autorizado. A la Cofepris le tocará, entonces, supervisar que los productos se hayan sometido a esa revisión.
Mencionó que actualmente existen varios laboratorios que podrían hacer esa tarea y, en todo caso, cuando esté vigente la nueva NOM, la Cofepris tendrá bajo su responsabilidad elegir a los terceros autorizados. Detalló que el proyecto de reforma a la normatividad estará concluido en diciembre y entrará en vigor en 2009.