■ Comienza nueva fase del programa de abasto popular
La canasta básica ha aumentado 28.5 por ciento en ocho meses: Sedeco
El costo de la canasta básica continúa en crecimiento. De enero a agosto registra un alza de 28.5 por ciento, lo que para las familias capitalinas significa erogar mil 800 pesos mensuales, es decir, 14 por ciento más de un salario mínimo, con lo cual queda “aniquilado, pues este ingreso ya no es suficiente siquiera para comprar las tortillas que requieren, afectando también sus niveles de nutrición”, afirmó la titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Laura Velázquez Alzúa.
Mencionó que a casi dos meses de ponerse en marcha el programa permanente de abasto en 52 mercados sobre ruedas con precios de productos alimenticios “muy por debajo” de los ofertados en las tiendas de autoservicio, se reactivó este sistema de abasto al duplicar sus ventas, y se llegó a un acuerdo con 37 mercados públicos ubicados en Coyoacán, de un total de 317 en el Distrito Federal, para comercializar 100 mil toneladas de papa alfa producida en Tlalpan esta semana, a siete pesos kilo.
Así que durante la primera quincena de septiembre se expenderán además en dichos centros de abasto chile cuaresmeño a ocho pesos el kilogramo, pescado lisa a 16 y sierra a 55 pesos, la pieza de lechuga romana en siete pesos y la de elote Morelos en 2.50, y dos kilogramos de azúcar estándar en 13 pesos.
La meta es ofrecer a los consumidores cada quincena una variedad de productos de primera necesidad a buen precio, al eliminar el intermediarismo que eleva siempre su costo, e impulsar la producción agrícola, que “hoy se encuentra en mala situación, mediante la capacitación, entrega de apoyos para semillas o fertilizantes, y su comercialización, lo cual está trabajando la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades”, señaló.
En el mediano y largo plazo, dijo, se busca abatir la importación de maíz, frijol y trigo, y reducir la dependencia alimentaria que es de 80 por ciento, pues “estamos en manos de monopolios, que fijan el precio en el mercado interno, pulverizando los ingresos de todos o eliminando su consumo de nuestra dieta. Los primeros pasos ya los dimos con este programa al impactar en 40 productos que son los básicos, no vaciladas, como resultó el impulsado por el gobierno federal”.
El vínculo con la Central de Abasto ha permitido obtener productos de buena calidad y a bajo precio.