■ Externan preocupación por inseguridad y situación económica

Minipartidos cuestionan la visión “idílica” del titular del Ejecutivo

De la Redacción

Quienes pensaron que el “día del presidente” había terminado con la reforma constitucional para que su informe por escrito al Congreso de la Unión “se llevaron un chasco”, porque “sólo trasladó el centro de atención hacia las televisoras, convirtiendo la residencia oficial de los Pinos en el primer estudio televisivo del país, cuya imagen, por desgracia, jamás podrá borrar la dolorosa realidad de desempleo, pobreza, marginación, exclusión, violencia, inseguridad y desesperanza que padecemos todos los días”, sostuvo el diputado petista Jaime Cervantes Rivera.

Al fijar la posición de su partido durante la sesión de apertura del periodo ordinario, advirtió que Felipe Calderón aprovecha “de manera tramposa” este cambio constitucional para montar una estrategia de manipulación “en la que se presenta como el salvador de la patria” y como un político que está cumpliendo sus promesas de campaña, en un claro engaño a los mexicanos.

Cervantes Rivera enfatizó que el país necesita cambiar un modelo económico agotado, que sólo privilegia a las clases poderosas y que excluye a las mayorías.

“En este modelo fracasado se fundamenta la raíz de todos los problemas que sufrimos como país, mismos que se han agravado en pocos años de gobiernos panistas”, subrayó.

Señaló que el intento de privatizar Pemex ha sido rechazado mayoritariamente por los mexicanos y que las propuestas que recogió el Frente Amplio Progresista sobre esta materia demuestran que es posible modernizar la industria petrolera sin necesidad de que la iniciativa privada, nacional y extranjera, se apropie de ella.

La visión idílica del Ejecutivo federal sigue estando distante de la realidad cotidiana, dijo por su lado el senador por Convergencia Luis Maldonado, quien advirtió que tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “que exalta la imagen impoluta de jueces y magistrados”, como Felipe Calderón, quien asegura situarse del lado de las demandas ciudadanas, no admiten “que la corrupción ha infiltrado a nuestras instituciones federales y son vías consuetudinarias para la evasión de delincuentes y sentenciados”.

Al fijar la posición de su partido, destacó que los grandes desafíos son el combate a la inseguridad, la defensa del petróleo como patrimonio de todos los mexicanos y el abatimiento de la espiral de empobrecimiento que hoy afecta la economía de las familias y de los grupos más vulnerables de la sociedad.

A su vez, Carlos Alberto Puente, del PVEM, consideró que la situación en que se encuentra México es preocupante por la inseguridad, la crisis alimentaria, el bajo poder adquisitivo, el pobre rendimiento escolar, los problemas de competitividad y la contaminación ambiental que aqueja al país.

“No se logrará nada significativo en la lucha contra la inseguridad y el crimen si no se reconoce una correlación entre el crecimiento de la delincuencia y la desocupación juvenil, y entre la mala educación y los índices delictivos; en otras palabras, el deterioro social, que deriva de la desigualdad social –que en nuestro país es de las más altas del mundo–, genera el ambiente propicio para el alza de criminalidad que nos azota”, acusó la diputada del Partido Socialdemócrata Aída Marina Arvizu Rivas.

A su vez, Mónica Arriola Gordillo, coordinadora de Nueva Alianza, planteó que se requiere un programa de prevención que ataque los factores que llevan a un joven a delinquir. “En la medida en que se otorgue mejores oportunidades para la educación y se fortalezca la cultura cívica, se fomentará el respeto a la legalidad”, manifestó.

Con información de Ciro Pérez, Enrique Méndez y Roberto Garduño