Usted está aquí: martes 2 de septiembre de 2008 Opinión Itacate

Itacate

Marco Buenrostro y Cristina Barros
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■ Teresa Castelló

En el Museo Franz Mayer puede disfrutarse de una exposición homenaje a Teresa Castelló Yturbide; se inauguró el 15 de julio y terminará el 21 de septiembre.

Doña Tere ha dedicado su vida a investigar acerca de diversas manifestaciones de la cultura popular mexicana. También ha escrito cuentos para niños con el seudónimo de Pascuala Corona, nombre de su nana; pronto aparecerá La hormiga maicera. Su quehacer de vida es dar a conocer México.

A lo largo de su vida ha reunido numerosos libros, a veces en coautoría, así como artículos que son, por su rigor y profundidad, de consulta obligada. Así ocurre con El arte de la cera en México, Historia y arte de la seda en México, El rebozo, La chaquira en México, Arte plumario en México, Colorantes naturales de México, La tejedora de vida y, de manera muy especial, El traje indígena en México, con ilustraciones suyas y de Carlota Mapelli, editado en 1968 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que es un tesoro bibliográfico.

Su libro Presencia de la cocina prehispánica es otro clásico; ahí recoge muchos de los principales ingredientes de origen prehispánico, mostrando su continuidad en la cocina actual; abarca al maíz, las plantas comestibles, los condimentos y colorantes, flores, frutas, hongos, algas, golosinas, bebidas, maguey, minerales, insectos, peces, aves, mamíferos.

En 2000, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes publicó el Libro de cocina del hermano fray Gerónimo de San Pelayo. La introducción y el glosario son de Teresa Castelló, cuyo nombre queda vinculado así con uno de los más importantes recetarios del siglo XVIII.

Delicias de antaño: historia y recetas de los conventos mexicanos fue publicado con María Josefa Martínez del Río de Redo. Ahí se recuperan las especialidades de los conventos de diversos estados del país, entre ellas, las recetas conventuales de panes, bizcochos y postres, como las puchas del convento de Santa Rosa y los camotes de Santa Clara. Con Mónica Martín del Castillo escribió el recetario El niño dulcero, edición de CIDCLI y Liconsa. En Pátzcuaro, cedazo de recuerdos, hace referencia a la panadería y otras expresiones de la cocina de esa región.

En la exposición puede apreciarse su faceta de pintora. Llama la atención su mapa de la cuenca de México, ilustrado con animales, plantas y minerales comestibles ubicados en los lugares donde fueron e incluso son más frecuentes.

Reafirmamos nuestro cariño y respeto por Teresa Castelló. Su contribución al fortalecimiento de nuestra identidad y su genuino nacionalismo nacen del conocimiento de la grandeza de México.

 
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