■ La película, basada en la novela de Ángeles Mastreta, se estrenará el 20 de septiembre

Arráncame... muestra cómo nos volvimos hijos del fraude, dice Giménez Cacho

■ Los personajes de esta historia no están lejos de la realidad, por lo menos en lo que se refiere a la vida nacional, expresa el actor

■ La atrocidad, la vivimos a diario en el país, lamenta

Jorge Caballero

El actor Daniel Giménez Cacho, quien encarna al general Andrés Ascencio en la versión cinematográfica de Arráncame la vida, dirigida por Roberto Sneider y basada en la novela homónima de Ángeles Mastretta, habló, en entrevista, sobre si el encanto de su personaje matizaría su atrocidad y el doloroso periodo posrevolucionario en México. Dijo: “La atrocidad la vivimos a diario en el país; en la cinta lo que priva es el espíritu y visión que le imprimió la escritora: existe todo ese drama, la realidad política, al igual que las pequeñas cosas de la gente; pero el telón de fondo, el verdadero conflicto histórico, además de mostrar la liberación de una mujer, es dar a conocer cómo los mexicanos nos convertimos en los hijos del fraude, de la simulación, de la impunidad, aunque también hay seres humanos que disfrutan su vida, que tienen sus logros.

“Lo que vemos en Arráncame la vida, la película, es la visión de Ángeles a través de Roberto; quienes hacen que nos demos cuenta de que México no ha cambiado en los pasados 80 años”, puntualizó el actor.

La cinta Arráncame la vida presenta un mundo de política, corrupción, adulterio, complicidad del poder y asesinato durante la década de los 30 en la ciudad de Puebla, donde Catalina Guzmán (Ana Claudia Talancón), en busca de su liberación, curiosidad y ganas de vivir, se encuentra con el paternalista y ambicioso general Ascencio. Sin embargo, a lo largo de 15 años de permanecer junto a él, la mujer va perdiendo la fascinación al descubrir el lado oscuro y corrupto de Andrés; trata de huir, pero él se lo impide. Al conocer al joven director de orquesta Carlos Vives (José María de Tavira), logra llevar una vida más cómoda, aunque cuando sufre en carne propia las consecuencias de ese poder arrollador decide poner fin a su problema.

Giménez Cacho agregó: “Me siento feliz de estar en este proyecto… como actor tengo que representar a Hitler, si es necesario; justamente es un ejercicio interpretar a personajes que a veces resultan tan encantadores como abominables, esas caracterizaciones son nuestro oficio. Sin embargo, todo el mundo es capaz de hacer eso que vemos en la pantalla o cosas peores. Socialmente van educando y se aprende que robar y matar es malo o que debes respetar a la novia de tu amigo. Lo que quiero decir es que los personajes de esta historia no están lejos de la realidad y menos en lo que se refiere a la vida nacional, en la cual hemos conocido a ese tipo de personas.

“Lo interesante del general Ascencio es que, siendo asesino, poderoso e ignorante, sea un tipo encantador y cómo su pareja acepta hacerse de la vista gorda cuando le ofrece compartir el poder político que detenta.”

Al profundizar en la relación de Catalina con Ascencio, Giménez Cacho señaló: “Cuando el general ve a una niña pura, virgen, hermosa, joven… para él es algo muy seductor, pero además se trata de una mujer de carácter, aspecto importante porque al personaje no le hubiera interesado una chica sumisa; esto da una dinámica muy intensa a la cinta; a pesar de la actitud paternalista que priva en la película, está el juego de poder”.

El también protagonista de Sólo con tu pareja agregó que todos los personajes de Arráncame la vida tienen “con este tipo de trabajos mucho que mostrar, pues es una historia que narra 15 años del proceso posrevolucionario, además de que la productora se esmeró en cada toma para tener un buen material, hasta el punto de volver casi loco al fotógrafo, que ya quería pasar a la siguiente. Hubo un cuidado increíble de la película. Fue un lujo haber trabajado en ella”.

Arráncame la vida está producida por Altavista Films, la distibuye 20th Century Fox y se estrenará el próximo 20 de septiembre en toda la República Mexicana con 500 copias.