■ México, en la antesala de una crisis alimentaria, advierten especialistas

“Los apoyos al campo se destinan a una actividad asistencialista, no productiva”

Ciro Pérez Silva

Las políticas equivocadas para el campo y la ignorancia de funcionarios encargados del sector colocan a México en la antesala de una crisis alimentaria severa, al tiempo que privan a más de 30 millones de mexicanos que habitan en zonas rurales de una opción de vida, coinciden especialistas y académicos.

Al participar en el Foro de Debate sobre la Reforma Integral del Campo Mexicano que organiza el Senado, destacaron que México ocupa el lugar número 80 entre 150 países en lo que toca a la competitividad agrícola, lo que trae como resultado, entre otras cosas, que de 1982 a la fecha se hayan importado 350 millones de toneladas de grano, que a precios actuales ha representado para el país una gasto de más de 300 mil millones de dólares, “por una política equivocada”.

Destacaron que el grueso de los apoyos al campo se destinan a una actividad asistencialista, no productiva, “con esto queda claro que los funcionarios viven en otro mundo, andan en otra frecuencia. Por ejemplo, en Sinaloa se produce maíz blanco, cuando se requiere maíz amarillo, y en Sonora se apoya la producción de trigos cristalinos, aunque necesitamos trigos suaves”.

Aseguraron que hay ganaderos que hoy esperan los apoyos de 2006, además de que en todas las áreas hay graves subejercicios y la Financiera Rural otorga sólo uno por ciento para la producción al campo. “La situación se agrava si recordamos, como dice el segundo Informe de Felipe Calderón, que 44.7 por ciento de la población es pobre y, de ese total, 61.8 por ciento está en el campo y 38 por ciento en las ciudades”.

José Antonio Romero Tellaeche, profesor e investigador de El Colegio de México, y Manuel Gómez Cruz, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, mencionaron que de 2006 a 2008 el incremento en el precio de los alimentos fue de 118 por ciento, cifra preocupante si se toma en cuenta el hecho de que los más pobres destinan más de 30 por ciento de sus recursos a la compra de alimentos, “lo que vaticina una crisis alimentaria severa”.

Los especialistas apuntaron que el campo debe ser una prioridad nacional, no sólo porque produce alimentos y en este sector viven 30 millones de personas, sino porque las actuales políticas afectan gravemente a los campesinos, “negándoles una opción de vida”.

Entre el cúmulo de cifras que se aportaron en el foro destaca el hecho de que en México existen alrededor de 17 estados donde más de 32 por ciento de la población vive en comunidades menores de 5 mil habitantes.

Destacaron que si entre 1980 y 1985 en el campo se producían cinco mil pesos per cápita anualmente, entre 2002 y 2007 sólo se produjeron 4 mil 800 pesos, es decir, a pesar del incremento de la población y de los apoyos al campo, ahora se produce menos.

Admitieron que se ha incrementado la producción de maíz que es actualmente de 20 millones de toneladas, frente a las 12 que se producían en los años ochenta, pero aun así México importa más de 10 millones de toneladas del grano, es decir, “hay una dependencia del exterior en lo que se refiere a granos básicos de 35 por ciento, y tenemos una balanza deficitaria en cuatro mil millones de dólares”, apuntaron.