Usted está aquí: jueves 4 de septiembre de 2008 Economía Sale de México por compra de víveres una cifra similar a la captada por la IED

■ Se ha incrementado el costo de la dependencia alimentaria en los pasados dos años

Sale de México por compra de víveres una cifra similar a la captada por la IED

■ Entre marzo y abril se dispararon las cotizaciones de maíz, soya y arroz; seguirá la presión

Roberto González Amador

México transfirió al exterior recursos por 10 mil 373 millones de dólares en el primer semestre de este año, 30 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio previo, para pagar la factura por la importación de alimentos, tanto naturales como procesados. Es una cantidad comparable con el ingreso que por 10 mil 536 millones de dólares captó el país por inversión extranjera directa (IED) entre enero y junio pasados, indicó información oficial.

El costo de la dependencia alimentaria para México se ha incrementado de manera sostenida en los últimos dos años. El país es vulnerable a los vaivenes, en especial en lo que respecta a la cotización de los granos, la base de la pirámide alimentaria. México adquiere en el exterior la mitad del trigo que consume; 23.6 de cada 100 kilogramos de maíz y 75 de cada 100 kilogramos de arroz, según datos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Concentradas, por su monto, principalmente en cereales, oleaginosas y carnes, las importaciones de alimentos en el primer semestre de este tuvieron un costo para el país que es comparable con el ingreso de divisas que, en el mismo periodo, representaron las remesas de los mexicanos que laboran en Estados Unidos, entre otras, en actividades agrícolas, y que alcanzaron 11 mil 601 millones de dólares , de acuerdo con datos del Banco de México.

El banco central apuntó que en el primer semestre de 2008 el costo de las importaciones de cereales sumó 2 mil 293.8 millones de dólares, cantidad superior en 57 por ciento a la erogada en igual periodo de 2007, que ascendió a mil 455.7 millones de dólares.

En particular, el aumento en la cotización internacional elevó el costo de las importaciones de maíz en el primer semestre de este año a mil 259 millones de dólares, 69 por ciento más que en el periodo comparable de 2007; las de trigo tuvieron un costo de 637.3 millones de dólares, 79 por ciento más que un año antes; y las de arroz representaron una erogación de 230.2 millones de dólares, con un incremento anual de 94 por ciento.

Otro rubro con un impacto relevante en las importaciones de alimentos fue el de oleaginosas. En conjunto, el costo de adquirirlas en el exterior fue, en el primer semestre de este año, de mil 859.7 millones de dólares, 72 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.

La importación de “carne y despojos comestibles” sumó en el primer semestre de este año mil 540.8 millones de dólares, 16.9 por ciento más que en el periodo comparable de 2007.

De carne de bovino fresca y refrigera las compras al exterior fueron de 499.4 millones de pesos entre enero y junio de 2007, una cantidad que llegó a 566.3 millones de dólares este año, por citar el renglón más relevante de ese rubro.

De acuerdo con datos del Banco de México, entre marzo y junio de 2008 las cotizaciones del maíz, soya y arroz aumentaron 28.43, 13.72 y 53.95 por ciento, respectivamente. En el caso del maíz, indica el banco central, se continuaron observando diversas presiones de demanda y oferta, entre las que destacó la menor cosecha esperada debido a inundaciones por el exceso de lluvia en la región conocida como “el cinturón del maíz” en Estados Unidos, el mayor productor.

“Las curvas de futuros del maíz, trigo y soya registraron una incipiente baja durante julio; sin embargo, aún sugieren que los precios internacionales de estos granos mantendrán niveles elevados durante el próximo año. En contraste, las cotizaciones a futuro del arroz indican que el precio de este alimento podría disminuir en lo que resta de 2008”, destacó el banco central.

A mediano plazo, añadió, se prevé que la demanda mundial de granos siga presionando los precios, debido a la expectativa de que los países emergentes de Asia mantengan durante los años siguientes elevadas tasas de crecimiento económico. “Sin embargo, existe incertidumbre respecto a otros elementos que inciden en los precios de los granos, entre los que destaca la posibilidad de que se observen cambios en la política energética de los países desarrollados en lo que toca a los objetivos de producción de biocombustibles”.

 
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