■ El plantel permaneció cerrado dos días; maestros guardan silencio
Protestan por reapertura de guardería donde murió un bebé de 10 meses
Ampliar la imagen Miguel Ángel Morales y América Torres realizaron una protesta frente a la guardería donde murió su hijo Foto: Cristina Rodríguez
Una semana después de que falleció un bebé de 10 meses en el interior de sus instalaciones, el Centro Pedagógico del Sur, ubicado en la colonia San Francisco Culhuacán, volvió a abrir sus puertas.
El martes de la semana pasada, minutos después de las 14 horas, América Torres González, madre del bebé fallecido, recibió una llamada a su teléfono celular. Era la directora del plantel, de nombre Gabriela Pereda Pedroza, quien le informó que su hijo “se había puesto mal”, por lo que lo trasladaron a un hospital particular.
Al llegar al nosocomio, América se enteró de que su hijo había muerto alrededor de las 12:30 horas y que al ingresar al hospital el menor ya no presentaba signos vitales.
Tras permanecer dos días clausurada y después de haber realizado “una reunión informativa” con los demás padres de familia, la guardería –cuyas instalaciones son precarias– reinició actividades.
Ayer por la mañana familiares del menor “clausuraron simbólicamente” las instalaciones y exigieron a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) el cierre del “centro pedagógico”.
Pereda Pedroza y la maestra del menor, Daniela Castañeda Almaraz, enfrentan una acusación por el delito de homicidio culposo. Ambas alcanzaron la libertad bajo caución.
“Queremos aclarar lo que sucedió. No tienen servicio médico, no tienen enfermera y hay muchas contradicciones. Ni siquiera nos han dado la cara”, aseguró Torres González de 24 años de edad.
El padre del menor, Miguel Ángel Morales, tiene 25 años y él llegó primero al hospital: “La directora ni siquiera me habló cuando estábamos en el hospital. Le pregunté varias veces qué era lo que había sucedido y no me respondió nunca. Queremos que nos digan la verdad”.
Durante la clausura de ayer y minutos antes de que llegaran los padres del menor, un sujeto, de nombre Abraham Calderón, se ubicó en la puerta de la guardería. Intentó infructuosamente intimidar a quienes ya se encontraban en el lugar y dijo que trabaja en la guardería desde apenas “hace dos meses”.
Con pancartas, Miguel Ángel y América, explicaron a los otros padres de familia lo que había sucedido. Pocos los escucharon y hubo quien dijo tenerle confianza a las maestras.
De lo que se dijo durante la reunión “informativa” nadie reveló nada. Las maestras optaron por guardar silencio y Abraham Calderón resultó ser el esposo de la directora.