■ La mercancía asiática es 30 por ciento más barata que la nacional, señalan vendedores
Los capitalinos se preparan a celebrar el Grito con productos hechos en China
■ La gente difícilmente paga un salario mínimo por una banderita o un rehilete, aseguran
Ampliar la imagen La venta de productos relacionados con las fiestas patrias no ha sido tan buena como en años anteriores, señalan comerciantes Foto: Roberto García Ortiz
Con banderines, trompetas, tambores y adornos de procedencia china, la ciudad de México se prepara para dar el Grito el próximo 15 de septiembre. El bajo costo de estos productos ha provocado el desplazamiento o desaparición de las fábricas familiares que se ubicaban principalmente en las delegaciones Iztapalapa, Iztacalco y Gustavo A. Madero, así como algunos municipios mexiquenses, las cuales, hasta el siglo pasado, esperaban esta temporada para “hacer su agosto e ir sorteando el año”.
La situación ha cambiado, porque “ahora ni buenas ventas tenemos; la gente difícilmente paga 25, 50 o 100 pesos por una bandera o rehilete para adornar su casa o carro, porque no hay dinero y eso le significa la mitad o dos veces su salario mínimo, sobre todo si tomamos en cuenta que quienes más gastan en esto son la gente del pueblo”, comentaron algunos vendedores localizados en el Centro Histórico, la Alameda y Paseo de la Reforma.
El espíritu patriótico, reconocen, existe, pero es lamentable que un festejo netamente mexicano y que trasciende fronteras se haga con mercancía asiática porque es entre 20 y 30 por ciento más barata que la nacional, aunque tenga deficiencias, como por ejemplo el escudo “no se ve bien o el águila está un poco chueca, pero en la fiesta nadie lo nota”, señala José, quien jalando su carrito metálico recorre las calles del Centro Histórico para “persignarse”.
Hasta ahora “me ha ido más o menos. No me quejo y confío en recuperar mi inversión de varios miles de pesos y también celebrar con mi familia, como Dios manda, con pozole, tostadas y tequila, aunque sea del baratito o, por lo menos, unas chelas, después de dar el Grito aquí, en el Zócalo, cuando todos aprovechamos para vender nuestras banderitas, trompetas y rehiletes”, expresa, mientras muestra a una pequeña unas pulseras con los colores alusivos a las fiestas patrias. “Son nuevas y sólo cuestan cinco pesos”, indica.
La verbena popular que se lleva a cabo la noche del 15 de septiembre en la Plaza de la Constitución y las explanadas delegacionales es un “buen gancho para que la gente compre nuestros productos, aun cuando no sea en la misma cantidad que antes, porque todo ha subido”. Tan sólo el papel picado con los rostros del cura Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, y la corregidora Josefa Ortiz de Domínguez, se vende entre 10 y 20 pesos en los mercados, según el tamaño, explica María.
Mientras, las banderas de papel se ofrecen en los mercados desde cinco hasta 30 pesos, “pero nosotros en nuestros carritos las damos en 15, 25, 50 y 100 pesos, pero son de tela y tienen los colores brillantes, aunque no te recomiendo que la laves, pues a veces no aguantan y se deshilachan. Son chinas, y lo que viene de allá es chafita, pero cuando quieres demostrar el orgullo de ser mexicano, eso no importa”, dice.
Coincidieron con ella otros vendedores que hasta el año pasado ofrecían su mercancía en el Centro Histórico, pero el retiro de los vendedores ambulantes y su reubicación en plazas comerciales causó que se llevaran su mercancía a la entrada de algunas de éstas, ubicadas en el Eje Central, o toreando atrás de Palacio Nacional para “sacar lo del chivo, porque la crisis nos está pegando muy fuerte, pero aun con ello la gente compra. Somos consumidores natos y nunca dejamos pasar esta fecha, que es el inicio de los festejos de fin de año, pues después viene Día de Muertos, Navidad, Año Nuevo y Reyes Magos”.
Así que “¡viva México, cabrones!”, no termina de gritar Pancho, cuando llega un grupo de turistas asiáticos que con señas le preguntan el costo de sus trompetas y matracas, mientras uno de ellos se separa del grupo para tomar la foto del recuerdo.