■ Se abstienen de reconocer a Osetia del Sur y Abjazia
Seis ex repúblicas soviéticas critican a Georgia por usar la fuerza en el Cáucaso
Moscú, 5 de septiembre. Rusia consiguió que seis repúblicas de la antigua Unión Soviética –aliados suyos en los términos militares que establece la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC)– criticaran hoy el intento de Georgia de resolver por la fuerza el conflicto surosetio, pero nada pudo hacer para que asumieran el público compromiso de reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, las regiones separatistas georgianas, hasta ahora consideradas países independientes sólo por Rusia y Nicaragua.
Al reunir en esta capital a los mandatarios de Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, se repitió un tanto lo ocurrido la semana pasada con los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que ante las reticencias de China tampoco se pronunciaron por secundar el ejemplo de Rusia al reconocer a Osetia del Sur y Abjazia.
Pero, a diferencia del ambiguo documento adoptado por la OCS, la declaración conjunta emitida hoy al concluir la cumbre de la OTSC es, como cabía esperar, mucho más favorable a Rusia.
Aunque no contiene una mención de explícito apoyo al reconocimiento del Kremlin de la independencia surosetia y abjazia, la declaración incluye cuatro párrafos que pueden interpretarse como un espaldarazo a Rusia.
En primer lugar, los miembros de la OTSC “están profundamente preocupados por el intento de Georgia de solucionar por la fuerza el conflicto de Osetia del Sur, intento que provocó numerosas víctimas entre la población civil y los integrantes del contingente de pacificación, además de generar graves consecuencias humanitarias”.
Condenada Georgia, como país que desencadenó las hostilidades, al atacar Osetia del Sur la madrugada del 8 de agosto anterior, los aliados de Rusia en la OTSC critican –sin mencionarlos por su nombre– a Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, a los cuales acusa Rusia de armar al gobierno de Mijail Saakashvili.
Afirman estar “muy preocupados por el incremento del potencial militar y la escalada de la tensión en la región del Cáucaso” y exhortan “a todos los estados a evaluar la situación, de manera sopesada y objetiva, sin doble moral, y a no emprender una acción que pueda derivar en su agravamiento”. Sólo falta poner como ejemplo la gira por varias ex repúblicas soviéticas del vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, y lo que dijo ayer en Tbilisi.
La OTSC respalda el plan de seis puntos, consensuado por los presidentes Dimitri Medvediev, de Rusia, y Nicolas Sarkozy, de Francia y en representación de la Unión Europea. Se sobrentiende que en la interpretación del Kremlin, pues no hay la más mínima referencia a que los soldados rusos que permanecen en territorio de Georgia deben retirarse, como tampoco se pone en duda que su estancia es legal y, por tanto, no viola la integridad territorial de esa república caucásica.
Y, por último, los miembros de la OTSC “apoyan el papel activo de Rusia a la hora de contribuir a la paz y la cooperación en la región y se pronuncian por garantizar una sólida seguridad para Osetia del Sur y Abjazia”.
El titular del Kremlin, en rueda de prensa para evaluar los resultados de la cumbre de la OTSC, se mostró satisfecho y restó importancia a que la declaración eludiera el tema de la independencia de esas regiones separatistas.
“Por supuesto, todos nuestros socios de la OTSC decidirán por sí mismos si reconocen la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, como corresponde hacerlo con base en los principios generales y normas del derecho internacional, y desde luego, teniendo en cuenta sus intereses nacionales”, señaló Medvediev en alusión a que el reconocimiento no puede ser una decisión colectiva, sino que es prerrogativa de cada país.