■ Escasa asistencia al mitin convocado por Carlos Briseño para defender la dignidad de la institución
Segundo revés en 7 días para el ex rector de la UdeG; colaboradores le retiran apoyo
Ampliar la imagen Estudiantes, padres de familia y simpatizantes de Carlos Briseño Torres, el rector destituido de la Universidad de Guadalajara, durante el mitin en la plaza de armas de la capital jalisciense Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal. 5 de septiembre. Con la asistencia de al menos de mil 500 personas al mitin por la llamada “dignidad universitaria”, el ex rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Carlos Briseño Torres, sufrió su segundo revés de la semana. Rodeado por unos cuantos incondicionales encaró, en un mensaje de 13 minutos, lo que para muchos fue el principio de su debacle.
Ante la notoria ausencia de quienes hasta ayer eran sus más cercanos colaboradores –Gabriel Torres, ex vicerrector; Patricia Etienne, ex coordinadora de Recursos Humanos, y Javier Hurtado, rector del Centro Universitario del Sur y ex jefe de asesores–, Briseño Torres convocó a decenas de sus seguidores de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), dirigidos por el vicepresidente del organismo César Íñiguez, a seguir la lucha por la “defensa de la universidad, para que por fin esté en manos del pueblo de Jalisco”.
Sin hacer mención directa a su adversari, el ex rector de la UdeG Raúl Padilla López, por primera ocasión reconoció que enfrenta una lucha “en la que estamos en condiciones difíciles”, y tras denunciar que se están revisando los expedientes de “muchos de nosotros”, aseguró que “no encontrarán absolutamente ninguna mancha en el ejercicio de los recursos como rector de la UdeG. Tengo las manos limpias y la conciencia tranquila”.
En medio de consignas de apoyo que coreaban decenas de feuístas afines a su grupo, enfatizó que pretendió ejercer con “dignidad la rectoría de la UdeG, pero desde el primer día recibí presiones, amagos, propuestas, exigencias de quienes se asumen como representantes legales de la institución y de su jefe político”.
Mientras decenas de jóvenes utilizaron las pancartas de apoyo a Briseño para protegerse del intenso calor, el ex rector, que sólo fue acompañado en el templete por ex el presidente y actual vicepresidente de la FEU, Carlos Corona, y por Marco Levario Trucott, director de la revista Etcétera, y secretario técnico de la rectoría general desde el primero de julio, aseguró: “Si no acepté un trato indigno como rector es por respeto a ustedes. Por eso estamos por la lucha política y jurídica. Estamos en espera de una resolución definitiva en tribunales, pero la acompañaremos de una lucha política”.
Ante decenas de estudiantes de preparatorias y centros universitarios, en su mayoría de la región Ciénega –uno de los pocos bastiones briseñistas en la institución–, trasladados hasta la capital tapatía en por lo menos nueve autobuses, así como integrantes de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), quienes afirmaron asistir como “espectadores”, el ex rector general de la UdeG afirmó que tras conocer las “corruptelas” en el Hospital Civil –adscrito a la universidad–, “tome la decisión de presentar las denuncias no tenía alternativa”.
Y cuestionó sobre el destino de una herencia de 800 millones dólares para el Hospital Civil y a la Cruz Roja Mexicana, cuyos recursos nunca llegaron a las instituciones, por lo que agregó que “habrán de responder por ello ante la justicia, ante los tribunales, ante la humanidad doliente, como dijo el fraile de calavera. Queremos saber, gobernador de Jalisco, cómo van las investigaciones de esa denuncia que se le presentó. Queremos conocer la verdad, ustedes tienen la palabra”, arengó.
Mientras se realizaba el mitin en la plaza de armas, cerca de 200 simpatizantes del rector sustituto Marco Antonio Cortés Guardado “resguardaron” el paraninfo Enrique Díaz de León –sede de la rectoría y vicerrectoría–, quienes con grandes carteles manifestaron rechazo ante cualquier brote o amago de violencia.
Entre gritos y consignas dirigidas a Briseño Torres, algunos estudiantes pertenecientes al ala de la FEU que apoya al presidente de la organización César Barba, se plantaron en la escalinata de la rectoría mientras otro grupo, aprovechó la luz roja de los semáforos y se paseaba entre los autos con otro largo cartel.
Tras concluir su mensaje, Briseño Torres insistió en que “no es el fin de la lucha, sino el principio entra en una fase complicada por la decisión del tribunal de no ratificar la decisión del juez de distrito, pero estábamos listos para la adversidad”.
Cuestionado sobre el abandono de sus más cercanos colaboradores, afirmó que “no puedo creer que hayan dejado esta lucha, pero habrá que preguntarles a ellos sus motivos”.