■ Sigan buscándola, exige a las autoridades policiacas

Vargas pide apoyo para rescatar a su hija Silvia

■ Envía mensaje a secuestradores: “Si les salieron mal las cosas, que me digan dónde está; no habrá venganza y tendrán su recompensa”

Alfredo Méndez

Al cumplirse un año del secuestro de su hija Silvia, Nelson Vargas suplicó ayuda a la población para dar con su paradero, y exigió a las autoridades que sigan buscándola, porque “no es un caso perdido, tiene vigencia”.

“Necesito de la sociedad, del bolero, del taxista o del basurero; necesito de todas las personas; a todo el pueblo de México le suplico que me ayude”, señaló con voz entrecortada el ex director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.

Acompañado por su ex esposa Silvia Escalera y su hijo Nelson, el empresario deportivo y funcionario público durante el sexenio foxista se presentó ayer ante unos cien comunicadores para ofrecer una conferencia de prensa en la que por primera vez habló del secuestro de su hija Silvia, ocurrido el 10 de septiembre de 2007 en el sur del Distrito Federal.

Con el dolor reflejado en el rostro, Vargas manifestó: “Sabemos que son 365 días, que son esperanzas y no realidades, pero no nos vamos a cansar, no nos vamos a resignar. Tengo fe en que mi hija está viva y voy a buscarla debajo de las piedras si es necesario, donde sea.”

En tanto, a las autoridades que investigan el paradero de su hija les dijo: “Seguiré insistiendo para que la autoridad haga lo que no ha hecho, estar permanentemente buscando a mi hija (…) Decirles también que el de Silvia no es un caso perdido, que tiene vigencia”.

Por la tarde y parte de la noche Nelson Vargas permaneció en un salón de un hotel capitalino, donde recibió a reporteros y respondió llamadas telefónicas de los conductores de medios de comunicación nacionales e internacionales.

“No habrá vemganza”

Al platicar con La Jornada, Vargas, al igual que lo expresó hace tres semanas Silvia Escalera, su primera esposa, pidió a los secuestradores de su hija: “si les salieron mal las cosas, que me digan dónde está, no habrá venganza y tendrán su recompensa”.

–La madre de su hija pidió a los plagiarios que den informes sobre el paradero de Silvia, incluso si la joven estuviera muerta. ¿Usted hace un llamado similar?

–No quisiera utilizar esa palabra porque conservamos la fe en verla viva; pero eso sí, ya que me lo digan para dejar de vivir una desesperación día a día, cada noche.

–¿Es usted católico?

–Sí. Y le digo que no hay rencores ni venganzas; que lo sepan bien estas personas que se la llevaron: créanme, daría mi vida por ella.

–Hay muchos padres que por no ser personajes públicos no tienen acceso a los medios de comunicación, a pesar de que han padecido el secuestro de algún familiar. ¿Qué les dice a ellos?

–Tienes razón, hay mucha gente así y desgraciadamente sólo en los casos de personas que tienen renombre se les escucha y salen a la luz pública. Me solidarizo con ellos y sólo pediría a la gente que tiene hijos que los cuiden, porque esto es algo que nunca se repara.

Antes, durante la conferencia, Vargas aseguró: “nunca en mi vida había pasado por algo tan doloroso. Por favor, pueblo de México, gente que haya visto algo anormal ese día 10 de septiembre de 2007, cerca de las siete de la mañana. Silvia iba a su escuela. Le pido a toda la gente que pueda darnos información y también a quienes la tomaron, no tienen por qué temer represalias. Simplemente devuélvanos lo que es nuestro”.

Uno de los hermanos de Silvia, presente en la conferencia, dio a conocer algunos detalles que podrían servir para aumentar “las pocas pistas que hoy se tienen” sobre el paradero de la joven.

Dijo que Silvia iba manejando una camioneta Ford Escape 2001, color negro, placas 221-PSJ del Distrito Federal. El vehículo fue recuperado el 18 de septiembre cuando, mediante un mensaje anónimo, los captores les dijeron que estaba en la calle Mina número 144, colonia Guerrero, delegación Cuauhtémoc.

“¡Qué curioso! La camioneta de mi niña la dejaron cerquita de la SIEDO”, señaló en la entrevista Nelson Vargas, en referencia a que la calle donde se reportó el hallazgo de la camioneta de Silvia está a unas cuadras de avenida Reforma y de la calle Violeta, donde se ubican las instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República (PGR), instancia que investiga este caso.

Ayer, durante dos horas, los familiares de la joven secuestrada colocaron la camioneta frente a la calle Mina No. 144, con un cartel que decía: “Este es la camioneta de Silvia Vargas Escalera”.

El propósito fue que algún vecino de la zona pudiera recordar alguna información extra que conduzca al paradero de la joven secuestrada hace un año.

En la entrevista con este diario, Nelson Vargas aportó otro dato: “Desde el primer momento (del plagio) ambas autoridades tuvieron conocimiento de los hechos”. Se refería a que tanto la PGR como la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal estuvieron enteradas del secuestro de la joven, quien tenía 18 años en el momento de los hechos.

Vargas pidió que cualquier persona que haya presenciado algo aporte datos a la línea telefónica 01 800 831 96 96, así como en la página de Internet www.silviavargas.com.mx.

“Mami, ya salí”

Silvia Escalera recordó anoche, en entrevista con La Jornada, que las últimas palabras que le oyó decir a su hija Silvia fue la noche del 9 de septiembre, unas horas antes del secuestro. “Me dio gracias en la cena y me dijo que me habían quedado muy ricos los molletes”.

En medio de su dolor se le ve fuerte. A diferencia de su ex esposo, ella contuvo el llanto y se mantuvo ecuánime, primero durante la conferencia de prensa y después en las entrevistas.

Al final de la plática agradeció el apoyo de los medios de comunicación y expresó: “Mientras más tiempo pasa es más difícil esto, pero aún tengo fe en que esté viva; la semana pasada la soñé, vi a Silvita y me dijo: ‘Mami, ya salí, nos vemos en la casa’”.